Belleza

La historia es habitual: la clienta llega al atelier conel pelo débil, sin fuerza y con falta de hidratación. Cuando les consulto confiesan que no pueden vivir sin la planchita. 

Las herramientas de calor no tienen por qué estar prohibidas en tu vida siempre y no cometas ciertos errores.

Usarlas a temperatura mayor a 180: Si tu pelo está decolorado no deberías pasar de 160, que es lo que se aconseja; sin embargo, hasta 180 se recomienda para el pelo fino; las temperaturas a partir de 180 son para cabellos sanos y rebeldes. Respetar este punto es muy importante para no dañar más tu cabello.

Pasartela con el pelo mojado: Imaginate que metés el pelo adentro de una olla de presión, algo así sucede cuando usás la planchita con el pelo mojado. La sugerencia es que para las de cerámica tengas al menos el 80% del cabello seco y para las clásicas esté 100% seco.

No usar protector térmico: Esto es una obligación, tanto para usar la planchita como la buclera o el secador de pelo. Las herramientas térmicas dañan en cabello, especialmente el que ha recibido tratamientos de coloración y decoloración.

Las usas todos los días de la semana: Así como no recomendamos lavarse el pelo a diario, usar la planchita todos los días es un error. Intentá reducir su uso a dos o tres veces por semana como máximo.

Las pasas muchas veces en el mismo sector: No deberías pasarla más de una o dos veces por el pelo, tenés que pensar que cuando más calientes el pelo más daño le estarás haciendo.

No usar tratamientos de fuerza: Los tratamientos fuerza son claves al momento de usar las herramientas térmicas por un tiempo prolongado. Para prevenir el daño usá tratamiento de fuerza dos veces a la semana, sumá, además, una vez a la semana tratamientos de hidratación o nutrición.

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Francisco Fernández

Es estilista y colorista, director y color artist de Blond House y columnista de Eme.

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