Belleza

Entre las tareas de la casa, el uso continuo del alcohol en gel y el frecuente  lavado de manos, tus manos no siempre estarán intactas y tus uñas no quedan por fuera del problema.

Sin embargo, hay algunos trucos que te ayudarán a que se prolongue la adherencia de tu esmalte y el color luzca impecable por más tiempo.

¡Tomá nota!

Las puntas de las uñas son clave para un esmaltado perfecto. Limá todos los extremos para no dejar ninguna escama que pueda provocar que el esmalte se levante más fácilmente de las orillas.

Antes de pintar tus uñas, procura retirar el exceso de cremas, suciedad o aceites. Puedes hacerlo pasando un algodón con alcohol o vinagre de manzana. De esta forma tus uñas estarán preparadas para empezar.

Existen múltiples bases con diversas propiedades que tienen un objetivo en común: cuidar tu uña. Además de aumentar la adherencia del producto, las bases suelen contar con un extra de vitaminas y nutrientes para regenerar o fortalecer la uña, e incluso favorece en su crecimiento. Agrega una capa delgada.

No esperes tener una cobertura total desde la primera capa. Lo ideal es que te apliques dos capas delgadas de esmalte, una tras otra, siempre y cuando le des el tiempo necesario para que sequen. Evita aplicar grandes cantidades, ya que tardarán más en secarse y esto puede provocar que arruines tu manicure.

Este producto no solo te ayudará a aportar brillo a tus uñas después del esmalte, también protegerá su color y evitará que este se desgaste. ¡Con una capa bastará!

Las tareas del hogar nunca desaparecerán, por lo mismo, si quieres que tu esmalte dure más, usa siempre guantes en las tareas que impliquen productos químicos. Además, al momento de bañarte o lavarte las manos, escoge el agua fría y no agua caliente.