Maternidad
La Semana Mundial de la Lactancia Materna busca dar visibilidad a un tema que a veces es tabú pero con la precaución de no generar culpas.
Cada año, entre el 1º y 7 de agosto se celebra una nueva edición de la Semana Mundial de la Lactancia Materna. El lema de 2020 reza: “Apoyar la lactancia contribuye a un planeta más saludable”.
Según explica la directora del Instituto Uruguayo de Lactancia Materna Claudia López “esta es una mirada novedosa” ya que por lo general se piensa exclusivamente en el bebé o en la mamá, como mucho en la familia, pero muy poco en el impacto que tiene la lactancia en el planeta.
“Todos los bebés hasta los seis meses tienen que alimentar se de leche materna o preparado lácteo. Es mucho consumo de un alimento a nivel mundial. Si todos los bebés se alimentaran solo de complemento, pensemos en la cantidad de deshechos y contaminantes que se generarían”, desarrolla. “La leche materna es un alimento que no tiene desperdicios, no genera contaminantes. Sin embargo, se estima que la preparación de un litro de preparado lácteo consume mil litros de agua”, agrega. Así, la invitación para este año es “contemplar un beneficio que no está siempre puesto sobre la mesa”.
Esto sin perder de vista los otros que tiene para el bebé y el futuro adulto. “La lactancia tiene impacto a nivel de su salud física y su calidad de vida a largo plazo, por ejemplo en su incidencia en alergias, funciones respiratorias, enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, etcétera. Si lo pensamos a gran escala también tiene impacto en la salud pública. Si tenemos una generación más saludable también impacta en la comunidad”, sostiene.
Visibilizar sin culpas.
“La semana de la lactancia sirve para poner el tema sobre la mesa y darle visibilidad, pero hay que ser cuidadosos de no generar culpas o más responsabilidad a las mujeres, sobre todo aquellas que tuvieron alguna dificultad y se les complicó la lactancia”, sentencia López. “Todos tenemos que apoyar y habilitar a la mujer para que pueda alcanzar los objetivos que quiera con su lactancia”, destaca.
“Hay recomendaciones, por ejemplo de que el bebé amamante hasta los seis meses de forma exclusiva y después la continué con alimentación complementaria hasta los dos años. Eso es lo ideal pero hay que bajarlo a lo real, a lo concreto de cada día y de cada mamá y bebé. En cada realidad concreta es la mujer la que decidirá”, subraya.
“En Uruguay hoy en día existe mucho apoyo a la lactancia. Si hay una mujer que está teniendo una dificultad, hay recursos para que reciba ayuda. Es importante que la pida”, concluye López.
Actividades 2020 para celebrar la semana
Por la situación del coronavirus, este año el IULAM propone un ciclo de charlas virtuales: “Lactancia materna, una apuesta al futuro”. En esta oportunidad convocaron a 29 referentes y profesionales nacionales y regionales cuyas exposiciones se publicarán cada día entre el 1º y 7 de agosto.
Cada jornada quedarán disponibles varias charlas (cuatro en promedio) que luego estarán on line durante todo el mes de agosto. Las actividades son de acceso libre y gratuito, solo hay que registrarse en la página web para que se habilite un código de acceso para verlas. En www.iulam.org.uy/ smlm2020 también puede revisarse la agenda completa.
Claudia López desmitifica la lactancia
Mito 1: No puede amamantar, nadie en su familia pudo. Falso
Esto desconoce la fisiología de la lactancia. Esta se basa en una glándula mamaria que produce en tanto esté saludable y si tiene una estimulación adecuada. Y eso no es hereditario, es como cada uno haga funcionar su mama. En sí misma la lactancia es bastante sencilla. Si la glándula se estimulada adecuadamente, producirá leche. Muchas veces tienen más que ver las malas prácticas culturales que las dificultades fisiológicas o biológicas. El personal de salud tiene un rol importante de apoyo, es fundamental fomentar la actualización y las prácticas saludables hacia las familias.
Mito 2: Mi leche no engorda, no es de buena calidad. Falso
A veces mujeres que ofrecen el pecho de forma seguida pero el bebé no recupera peso o engorda poco y ahí cae la responsabilidad en la calidad de la leche. Pero la leche es un alimento vivo que se produce desde el cuerpo de la mujer y siempre será ideal para ese bebé. La leche que una madre produce para un hijo, no es igual a la que produce para otro. Puede darse es cierta dificultad en la técnica que hace que la toma no sea eficiente. Entonces por más de que está mucho tiempo prendido, no saca el volumen que necesita. Lo ideal en estos casos es consultar con una asesora de lactancia.
Mito 3:Como estoy amamantando hay alimentos que no puedo comer y otros que debo ingerir. Falso y verdadero
Alimentos se pueden consumir todos pero hay que cuidar que hay ciertos componentes que pueden pasar a la leche materna a través de la sangre, como por ejemplo la cafeína. Otros alimentos, como la papa o el boniato a los que señalan como desencadenantes de gases en el bebé no lo son; la que puede sentirse hinchada o tener gases es la mamá. Lo mismo con los remedios. Hay algunos que se pueden tomar en el embarazo que no pueden consumirse en la lactancia, porque las barreras son diferentes.
Mito 4: Cuando la mamá está enferma no puede amamantar. Falso
Al contrario de lo que afirma esta creencia, cuando la mamá está enferma es más importante aún que pueda amamantar porque a través de la leche materna le estará aportando inmunidad, factores protectores frente a esa enfermedad que tiene. Cada vez que amamanta le está dando una vacuna que protege al bebé de esa enfermedad. En algunos casos, por ejemplo cuando las mujeres son positivas de coronavirus y tienen sintomatología, lo que se hace es que usen tapabocas al momento de dar el pecho (además de todas las demás condiciones de higiene) pero no se suspende la lactancia.
Mito 5: Hay que amamantar cada tres horas y durante diez minutos de cada pecho. Falso
Es una idea que a veces se sigue transmitiendo pese a que hace un tiempo se trabaja con el concepto de lactancia a demanda: se da el pecho cada vez que el bebé quiera. Esto aplica a bebés saludables y nacidos a término ya que son capaces de regular la producción de leche y lo que necesitan consumir. Los bebés pueden tomar más o menos espaciado, pero siempre eso se ajustará de acuerdo a sus necesidades y no al reloj. La idea de amamantar cada tres horas y con minutos contados para prenderlo a cada pecho quedó atrás.
Mito 6: Saltear una toma hará que tenga más leche en la siguiente. Falso
Esta práctica en realidad perjudica a la producción de leche porque la glándula mamaria no funciona como una cisterna a la que se le aprieta el botón, saca todo y se espera para que se vuelva a llenar. La glándula mamaria funciona con estimulación: cuando se la estimula produce, el alimento siempre es fresco. Lo que la mujer puede sentir a veces es el almacenamiento que queda en la glándula. No hay que guiarse por este mito que lo único que generará será maletar en la madre e incluso podría causarle un dolor innecesario.