Hogar
La pandemia por coronavirus pone en jaque la convivencia y las emociones de las familias, por eso un grupo de especialistas trae una guía para trabajarlas.
Al menos 25 escuelas y liceos públicos y privados de Uruguay trabajan con Educación Responsable, un programa educativo pionero en el desarrollo de la inteligencia emocional. En el marco de la pandemia por coronavirus, la organización elaboró Juguemos en casa en familia. Ideas y actividades para fomentar el desarrollo emocional, social y creativo, una guía lúdica que tiene como objetivo trabajar sobre los sentimientos de los distintos miembros de la familia en este momento de crisis.
Ilan Bajarlia, director ejecutivo y fundador de Educación Responsable Uruguay, dijo a El País que la iniciativa surgió desde el equipo que trabaja en la organización por la crisis emocional que supone la realidad actual.
“Elaboramos la guía pensando en nuestro público que son los centros educativos. Tenemos un compromiso para ayudarlos a trabajar las emociones y surgió la idea de apoyar a los docentes con la creación de algunas actividades especiales”, señaló Bajarlia.
El emprendedor aseguró que, al observar que la situación trascendía las aulas, buscaron una manera de llegar más allá: “Tras una reunión virtual decidimos colgar una serie de actividades y difundirlas a través de redes y plataformas”, agregó.
Y destacó: “Creemos que cualquier familia puede tomar una actividad y trabajar la empatía, asertividad y resiliencia u otras actividades socioemocionales”.
Así es la guía
"Desde nuestra experiencia en inteligencia emocional y en el desarrollo de habilidades socio-emocionales, quisiéramos contribuir con la comunidad educativa aportando algunas ideas y actividades para que las familias puedan realizar en sus casa”, plantean los profesionales en la guía Juguemos en casa en familia. A través de una serie de actividades, el documento propone jugar con los distintos integrantes del núcleo familiar para expresar las emociones.
“Así como entrenamos los músculos en el gimnasio, tenemos que entrenar las emociones. Ver cómo son y cómo las manejamos es una forma de ser más conscientes”, sostuvo Bajarlia.
Lo primero que propone la guía es llevar un cuaderno en el que hay que ir anotando ideas, emociones, lo que surge en el hogar o lo que pasa en el mundo. Además, propone reconocer por qué estamos agradecidos o qué nos enorgullece.
Otra actividad se llama la “caja atrapamiedos” que consiste en elaborar una caja donde guardar simbólica o físicamente los miedos que sienta un niño para ir restándoles importancia.
La siguiente actividad fomenta la empatía y el trabajo en equipo, ya que propone hacer un cambio de roles en las distintas tareas del hogar.
Otra de las propuestas se titula “Siempre que llovió… Paró” e invita a reflexionar sobre los cambios que estamos enfrentando en esta situación tan especial y reflexionar sobre lo positivo y negativo de este contexto.
“El emocionómetro”, por su parte, busca promover la identificación y expresión emocional, así como desarrollar la empatía. Propone identificar las seis “emociones básicas”: alegría, tristeza, enojo, miedo, sorpresa y asco y dibujarlas en familia.
La actividad “Volver a pasar por el corazón” propone recordar en familia diferentes momentos vividos y expresar las emociones de ese entonces, sean agradables o no y, al mismo tiempo, prestar atención a los demás.
Finalmente, el último ejercicio se llama “Y tú, ¿qué hacías?” que invita a los padres, madres y adultos de la familia a compartir los intereses del pasado.
Estas actividades fueron desarrolladas por el equipo multidisciplinario de Educación Responsable que es integrado por: Carolina Israel, Shai Abend,Sofía Mastroianni, Natalia Lacruz, Lucienne Scherschener, Veronika Engler y Dalia Puyesky.
Además, se puede acceder a la guía a través de las redes de Educación Responsable y haciendoclick aquí.