CON LOS HIJOS

Los niños escuchan y ven escenas terroríficas sobre lo que está sucediendo en Ucrania. Los pequeños observan pero como tienen pensamiento concreto no comprenden los hechos tal cual son. Por ese motivo no es bueno llenarlos de datos sobre el conflicto.

Es importante sostener lo que sientan ya que las noticias pueden provocar tristeza, rabia, miedo, preocupación, etc.

Los chicos pueden sentir preocupación y/o miedo a que Uruguay entre en guerra, o incluso temor a la muerte. Los padres tienen que comunicarles claramente que no habrá guerra en nuestro país.

Hace años que los niños uruguayos tienen miedo a los ladrones y es porque escuchan en las noticias y en su entorno hablar sobre robos y asaltos. Ahora se le agrega el temor a la guerra, a que las bombas destruyan sus casas.

Los países no han llegado a un acuerdo pacifico, no pudieron solucionar sus conflictos a través del dialogo. Si bien no es lo mismo, podemos agregar que existen peleas agresivas entre amigos y guerras entre países, pueblos, grupos, etc. Lo importante es transmitir el mensaje que los conflictos se pueden solucionar a través de las palabras, escuchando al otro, y negociando. Las peleas entre amigos y la guerra entre adultos son el fracaso pues no logaran llegar a acuerdos.

El niño tiene pensamiento concreto, por lo tanto no le importa tanto las causas políticas del conflicto, sino como los adultos pueden contener sus emociones displacenteras como miedos a la muerte, a la agresión, preocupación, etc.

Es una excelente oportunidad para desarrollar la empatía, para explicar que los niños, adultos y los soldados sufren, y sobre todo para no quedarnos con el dolor pasivo sino que ayudemos a desarrollar su solidaridad. Por ejemplo: enviar juguetes o ropa para los niños ucranianos que huyeron de su hogar sin ellos. 

No suma ver escenas de violencia, por el contrario perjudica; si la ven que sea en compañía de los adultos para que puedan sostenerlos emocionalmente.

Las personas que sufrieron situaciones bélicas recuerdan las actitudes de los adultos que los contenían o abrazaban y eso los hacía sentir protegidos a pesar de la situación.

Contener las emociones displacenteras, desarrollar la empatía y solidaridad es lo que quedará en el recuerdo de los niños.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA

Fanny Berger

Es psicoterapeuta gestáltica. Se dedica niños, adolescentes y adultos, y trabaja en el apoyo de padres. Implementó “terapia de alcance breve”, que en cinco sesiones trata temas concretos. Es conferencista y escribió varios libros.

Podés contactarla en su página de Facebooko a través del teléfono celular 099 289 282.