CON LOS HIJOS
Alicia Fernández, nuestra pediatra de cabecera, se refiere a una dolencia muy común en esta época y de la que suelen haber brotes en el hogar y centros educativos
Anualmente y durante los meses de otoño comienzan a circular los virus respiratorios como todos conocen y virus que causan enfermedad digestiva con vómitos y diarrea, de los cuales el Rotavirus es el más frecuente.
No se conoce exactamente la forma de trasmisión pero el contacto persona a persona y la exposición a gotas respiratorias y a manos contaminadas que no están adecuadamente higienizadas, parecen ser los mecanismos más frecuentes, lo que puede producir brotes en el hogar y en los centros educativos a los que concurren.
Luego del contacto con el virus comenzarán los síntomas a las 48 o 72 horas: vómitos, diarrea (deposiciones líquidas y semilíquidas que pueden duran 7 a 10 días), dolor abdominal y fiebre que habitualmente no es elevada.
Los vómitos y las deposiciones con esas características pueden llevar al lactante y niño pequeño a la deshidratación cuyos signos y síntomas deben ser reconocidos por los padres o cuidadores: llanto, irritabilidad a veces única manifestación de sed, orina menos, ojos hundidos, llanto sin lágrimas, mucosas y fontanela hundidas.
Si bien para tratar el virus no hay un tratamiento medicamentoso, aquí lo que importa es el aporte de sales de rehidratación oral por cada deposición líquida o semilíquida que el niño presente. Si no bebe o vomita lo que ingiere, o las deposiciones son frecuentes, la consulta al pediatra en el prestador de salud o a la emergencia móvil a la que está afiliado es necesaria.
Debemos recordar que los niños no deben hidratarse con bebidas azucaradas, jugos ni bebidas utilizadas por deportistas para reponer las pérdidas. La recomendación como decíamos previamente es con sales de rehidratación oral que serán recetadas por el pediatra, quien además realizará la indicación de acuerdo al peso del niño e insistirá en la presencia en la evolución de signos y síntomas que alertan de la presencia de deshidratación, que es lo que intentamos evitar.
Aquellos que pueden ser manejados en domicilio, deberán mantener su dieta habitual, cuidando la reposición de las pérdidas como hablamos.
Creemos es fundamental que conozcamos la forma de evitar esta enfermedad considerando la trasmisión fecal oral: correcta higiene de manos antes de comer o preparar alimentos y después de ir al baño; correcta eliminación de pañales sucios y deposiciones, limpieza de superficies duras, juguetes y perillas de puertas cuando un niño está con Rotavirus para evitar se contagien los demás.
Los niños que tienen Rotavirus, al igual que lo referimos para los que están cursando infecciones respiratorias, no deben concurrir al centro educativo mientras dure la enfermedad
La primera infección generalmente es la que puede causar mayor gravedad y luego se va generando una protección natural que hace que las sucesivas infecciones puedan ser más leves.
Además de las medidas de prevención no farmacológicas, existen dos vacunas recomendadas por la OMS y a nivel nacional la Sociedad uruguaya de pediatría, que previenen esta enfermedad, que si bien aún no están incluidas en el Certificado Esquema de Vacunación si están disponibles en nuestro país. Estás son la RotaTeq®, que se administra en 3 dosis, a los 2, 4 y 6 meses de edad , y la Rotarix® que se administra en 2 dosis, a los 2 y 4 meses de edad (ambas con costo).
Esperando que esta columna les haya sido de utilidad, nos reencontramos en dos semanas.
Médica pediátra
Coordinadora Área Programática de la Niñez
Dirección General de Salud
Podés seguir a nuestra pediatra de cabecera en Twitter como @AliFernandezUY