En esta columna mi intención es contarte cómo nos podemos apoyar en las instituciones de cuidado y cómo sentirnos respaldadas en este nuevo comienzo de año escolar.

Muchas familias necesitamos mandar a nuestros hijos, aun cuando son chiquitos, a instituciones de cuidado, maternales, jardines, escuelas para conciliar los cuidados con el trabajo, esto nos genera muchas emociones encontradas y algunas dudas sobre si es la decisión correcta.

 La verdad es que a veces no tenemos tantas opciones y es bueno ver que las instituciones de cuidado, siempre que tengan una propuesta respetuosa para las infancias y para las familias, son un sostén en esta tarea y acogen a los niños, pero también a las familias. Lo importante es que tengamos todas las herramientas y conocimientos para que al momento de acompañar a nuestro hijo o hija en este proceso lo hagamos sintiéndonos tranquilas y respaldadas.

Quizá en este momento no sentís necesario llevar a tu bebé a que lo cuiden varias horas en un ambiente de clase o de guardería, pero sentís que te gustaría que comience a compartir un espacio de juego con otros niños y niñas.

Tenes claro que en algún momento va a llegar la escolarización y el momento de tu hijo o hija de interactuar con pares y querés estar más preparada para acompañarlo y querés saber cómo se da el proceso de la socialización.

Quizás necesites hacer tribu, conocer otras mamás/papás, familias, en la misma situación que vos, otras familias que estén criando en las que puedas encontrar apoyo, compartir dudas, experiencias y también el cuidado. 

Hay propuestas para temprana edad en los centros CAIF, estos centros tienen la propuesta de Experiencias oportunas donde podés llevar a tu bebé a un ambiente cuidado en el que va a compartir con otros bebés momentos de juego y de cuidado, donde vas a encontrarte con otras familias en situación similar y te van a guiar en el desarrollo de tu bebé.

En la misma sintonía podés encontrar propuestas de espacios de juego libre, o de tribus de crianza en la Guía de Maternidad Nacemos. En estos espacios encontrarás contención, acompañamiento en el desarrollo de tu bebé, te sentirás respaldada, tu bebé podrá jugar en un ambiente seguro y cuidado junto a otros niños, además en estos espacios podés encontrar profesionales que te guíen de forma empática cuando llegue el momento de la escolarización.

En cambio si estás por empezar el proceso de adaptación al jardín o institución escolar de tu hijo o hija, me gustaría dejarte algunas recomendaciones para que te sientas acompañada, tú y tu familia. Ya que este proceso requiere de mucha paciencia y sostén para todos.

La adaptación es un proceso que se dará de a poco y que implica que los niños y niñas integren un nuevo espacio en su rutina, con nuevos referentes como cuidadores en ese rato que está en la institución y otros niños y niñas con los que comparten dinámicas de juego y demás.

Como toda experiencia genera sentimientos fluctuantes de alegría, ansiedad, expectativa, inseguridad en los niños y las niñas y en las familias. Esta etapa de socialización es difícil para ambos. Esto requiere de un tiempo que debe ser respetado con base en las necesidades individuales y grupales. 

Recuerdo que cuando decidimos comenzar la escolarización de mi hija, buscar una institución en la que me sintiera cómoda y en la que pudiera confiar en los referentes fue lo más importante.

Andrea Marichal, maestra, me dejó algunas recomendaciones para la elección de institución, y lo primero que nos propone es pensar inicialmente en aspectos prácticos: la distancia de casa a la institución, el costo del centro si es privado y del transporte para llegar y la propuesta horaria si se ajusta a nuestras necesidades o a nuestra preferencia. 

Una vez considerado esto la experta nos invita a hacernos preguntas en el centro educativo si tenemos oportunidad de visitarlo o al momento de la inscripción y ver cómo nos sentimos, por ejemplo: ¿Cómo están los espacios?, ¿invitan a participar, son adecuados para los niños? ¿Cómo están en ese momento las infancias en el centro? ¿Cómo me reciben los docentes o directivos?, ¿Me dan espacio para preguntar y comentar cuestiones que me parezcan importantes? ¿Hablan del vínculo centro-familias-alumnos? ¿Hacen jornadas con las familias? ¿Cómo participan las familias en la vida del centro? ¿Cómo trabajan con el tema control de esfínteres? ¿Cómo abordan el tema "adaptación" a comienzo de año?

Estas preguntas te llevarán a guiarte en cómo acompañar este proceso y orientarte de cómo funciona la institución, te darán seguridad y te ayudarán a apoyarte en los referentes de la institución y también en las diferentes reuniones te aconsejo conocer a las otras familias y armar redes.

En cuanto al mismo tema Andrea Marichal aclara: «las familias que llevan a sus hijos a instituciones públicas muchas veces sienten que no pueden cambiar nada, que ya está todo establecido porque "siempre se hizo así". Pero las animo a que formen parte de las "comisiones de padres" y participen en cada oportunidad que la escuela las convoque. Tener la información, saber qué pedir, involucrarse puede hacer que cambie la experiencia personal de su hijo.»

Este nuevo año es una nueva oportunidad de mejorar todo aquello que nos venimos cuestionando e involucrarnos de la manera que podamos para acercarnos como familia al centro educativo, para sentir verdaderamente que puede funcionar como una red de apoyo para la crianza de nuestros hijos e hijas.

Conocé a nuestra columnista

Natalia Villanueva

Nati, mamá de Martina y Salvador, creadora de Puérpera mía, donde ayudo a las mamás a prepararse para su post parto. Gestora de la guía para la maternidad, una comunidad de emprendimientos y profesionales que acompañan a las mamás y a las familias en Uruguay.

Podés seguirla a través de las cuentas de Instagram @puerpera_mia y @guiamaternidad.uy