Por Marha Scanu

En la columna anterior hablamosde la importancia del seguimiento médico del embarazo. Hoy hablaremos de la salud mental y emocional de la mujer en esta etapa.

El embarazo es una etapa de la vida llena de cambios a todos los niveles (físicos, hormonales, emocionales, mentales) y la realidad es que las vivencias son muy distintas para cada mujer.

La alegría por llevar a tu bebé en la panza y sentirlo crecer puede estar acompañada de inseguridades, incertidumbres, miedos, cambios físicos que no te gustan, olvidos, malestares, tristeza. No es contradictorio, es parte de un mismo proceso, trascendental en la vida de toda familia.

Podes estar feliz de estar embarazada y sentirte agobiada por los mareos y los vómitos o por no dormir bien. Podes un día estar llena de energía y al otro no querer levantarte de la cama del cansancio. Podes incluso sentir que estar embarazada no te gusta, pero amas a tu bebé. Todas estas son situaciones habituales. Así como también aquellas donde las mujeres están radiantes durante todo el embarazo y les parece la mejor etapa de la vida.

Más allá de que sea habitual sentirse de formas distintas con respecto al embarazo, es necesario tener claras las señales de alerta que nos hablan de que la salud mental de la mujer se está deteriorando. Algunas de estas son:

• Insomnio total
• Tristeza prolongada en el tiempo
• Cambios de humor bruscos
• Miedo a hacerle daño al bebé o pensamientos dañinos hacia el bebé
• Pensamientos de dañarse a una misma
• Confusión mental
• Preocupación excesiva por la propia salud o la salud del bebé
• Pensamientos suicidas
• Retraimiento
• Ansiedad que no se puede controlar

Es importante que si notas alguna señal de alarma lleves tus dudas a la consulta con tu ginecólogo/a y el o ella pueda darte pase a psicólogo o psiquiatra.

Por otra parte, el entorno debe mantenerse atento a las necesidades de la mujer embarazada, porque no siempre ella podrá darse cuenta de que necesita ayuda. La contención y la información en esta etapa hacen la diferencia en la vivencia del embarazo, de los cambios y de todo el proceso que está sucediendo.

Debemos recordar que el embarazo sucede físicamente en el cuerpo de la mujer, pero que es responsabilidad también del padre del bebé o de la familia cercana. La salud integral de la mujer en el embarazo repercute no sólo en ella misma en esa etapa y en las que vienen, sino directamente en la salud del bebé.

La salud física y la salud mental van de la mano, y si bien en Uruguay no hay un protocolo de atención a esta última en el embarazo, es bueno hacerle seguimiento igual que a la parte física.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA

Marha Scanu

Lic. en Comunicación, Educadora en primera infancia, Doula, Educadora perinatal.

Podés seguirla en Instagram como @losciclosdemarha