Con los hijos
Los cuentos sobre brujas y monstruos pueden ser una excelente herramienta para exorcizar miedos y charlar de las fantasías que los atemorizan de forma amena y divertida, y con la ayuda de mamá y papá.
Monstruos, brujas y fantasmas despiertan en los chicos una doble sensación de miedo y fascinación. Por eso, los cuentos infantiles sobre estas temáticas, pueden ser un aliado fenomenal para padres y madres, para conversar con ellos sobre los temores y las fantasías que los inquietan, de manera casual, amena, cercana y divertida.
Y qué mejor oportunidad que Halloween para hacerlo. La clave es saber elegir los cuentos y ayudarlos a entender y diferenciar fantasía de realidad.
Los miedos irracionales a seres imaginarios son comunes entre los niños pequeños, así como lo son el temor a la oscuridad o al estar solos. Algunos psicólogos señalan que se trata de una mezcla entre el instinto innato de supervivencia y la extraordinaria imaginación que domina la infancia. Y por ello, bien elegidos, los juegos o cuentos con estas temáticas, lejos de empeorar la situación, pueden ayudar a los chicos a superar sus miedos sin darse cuenta, mientras fantasean, racionalizan, se divierten e intercambian con papá y mamá.
¿Cuáles son algunos de sus beneficios?
1. El primero y más evidente es que nos da a los padres una excusa para charlar con los chicos acerca de sus miedos y fantasías actuales, de manera casual y espontánea, y les ayuda también a prepararse para futuros miedos posibles, ya que como sostiene Frank Farley, ex Presidente de la Asociación Americana de Psicología, “el miedo es una de nuestras emociones más poderosas y cuando hablamos con nuestros hijos acerca del miedo, les estamos de alguna manera ayudando a prepararse para la vida.”
2. En segundo lugar, les permiten distanciarse de la trama y racionalizar lo que está sucediendo, diferenciando realidad de fantasía y comprenderla de manera crítica, por lo que propiciar el intercambio de ideas con ellos, a partir de la lectura, puede ser de gran ayuda.
3. Pero también pueden incluso empoderar a los niños y hacerlos ganar confianza en sí mismos, al ayudarlos a identificarse con los personajes de la historia, ya que como sostiene Sheldon Cashdan, profesor de psicología emérito de la Universidad de Mass-Amherst, “cuando los niños leen este tipo de cuentos, proyectan, de manera inconsciente, los aspectos positivos y buenos en el héroe o la heroína de la historia mientras que el lado oscuro se lo adjudican al villano, el malo o la bruja” y agrega “cada vez que muere la bruja, el niño gana confianza en su habilidad de conquistar sus propios miedos”. Por lo general además, estos cuentos, muestran un desenlace en el que el bien vence al mal, o donde los protagonistas mismos de la historia vencen sus propios miedos a través del coraje y la valentía, así como con la ayuda de nuestros seres queridos, por lo que encierran un mensaje tranquilizado
¿Qué debemos evitar?
Para asegurarnos de que la experiencia no sea contraproducente, debemos evitar historias que los estresen o donde el miedo sea absolutamente infundado o donde triunfe el mal y los dejen desamparados con una sensación de inseguridad en la que el mundo es un lugar donde cosas malas pueden pasarnos porque sí en cualquier momento y lugar.
Pero por sobre todo, debemos asegurarnos de que los libros que elijamos estén recomendados para la edad de nuestros pequeños ya que eso nos garantiza que si bien cada niño es diferente, en líneas generales su contenido estará de acuerdo con que los niños de esa edad pueden procesar sin problemas.
Por eso, a la hora del cuento, intercala preguntas en la lectura. Indaga sobre qué va entendiendo que sucede, por qué le parece que los personajes se comportan de esa manera, qué opina él o ella sobre la conducta de los personajes de la trama o qué harían en su lugar.
Puedes contarle de alguna vez en que tú te sentiste parecido a alguno de los protagonistas o en que te sucedió algo similar, o cómo te asustaban algunas de tus historias favoritas, para luego preguntarle si a él o ella le ha pasado algo parecido alguna vez, con cuál personaje de la historia se identifican y por qué, o cómo creen que actuarían si les sucediera lo que él.
También podemos preguntarles si les gustó el final de la historia, si están de acuerdo con cómo se resolvió la cuestión o si hubiesen preferido un desenlace diferente y en ese caso, cuál sería.
De esta forma, no solamente podemos ayudarlos a expresar sus propios temores al identificarse con los protagonistas sino también a planificar alternativas para salir airosos de situaciones estresantes, aprender a pedir ayuda y sobre todo, desarrollar la imaginación mientras comparten un rato en familia.
Socióloga uruguaya y especialista en marketing y comunicación. Fundó Mamá estimula y desde Argentina, comparte materiales educativos y soluciones para padres.Su comunidad cuenta con más de 300.000 integrantes.
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