Por Natalia Villanueva

En esta columna te cuento sobre la importancia de cuidar a los bebés y niños pequeños del sol y las altas temperaturas y además te dejo recomendaciones de profesionales.

La sociedad uruguaya de pediatría nos advierte que el daño solar sobreviene con cada exposición y se acumula a lo largo de toda la vida, favoreciendo de esa forma el desarrollo de cáncer de piel en la vida adulta; los niños que son protegidos correctamente del sol tienen 78 % menos de riesgo de desarrollar cáncer de piel en la vida adulta que aquellos que no.

Los niños pasan mucho tiempo al aire libre, jugando, realizando deportes, expuestos a los rayos solares, tanto que se exponen hasta tres veces más que los adultos. Eso significa que antes de los 21 años ya habrán recibido entre el 50 % y el 80 % de la radiación solar que recibirán a lo largo de su vida. El sol tiene efectos positivos sobre la síntesis de vitamina D, y además sobre el humor, pero también tiene efectos negativos sobre la piel.

Por eso se recomienda evitar exponerse al sol entre las 10 y 16 horas. Usar protector solar, con un factor de protección mayor o igual a 30. Aplicarlo 30 minutos previos a iniciar la exposición (siempre que estén al aire libre), debe ser resistente al agua y se aconseja reaplicar cada 2 o 4 horas. Antes de los 6 meses de edad no se recomienda usarlo por la inmadurez de la piel del bebé.

La licenciada en nutrición y asesora en lactancia Fiorella Fugassa nos dice: "Como los adultos tomamos más agua en el verano para hidratarnos, los bebés también necesitan hidratarse y lo hacen mediante la leche materna, por eso es común que hagan tomas más cortas y con mayor frecuencia o que demanden más, ya que esto los protege de una posible deshidratación".

"Si el bebé tiene menos de 6 meses la lactancia materna a demanda le da todo lo que necesita para hidratarse o el preparado lácteo en el caso de que no reciba lactancia materna, no se recomienda ofrecerle agua, ni ningún otro alimento, ni bebida. Cuando el bebé tiene más de 6 meses se recomienda continuar ofreciéndole lactancia a demanda, sumar agua y priorizar alimentos frescos y de estación. El agua es la mejor opción y no las bebidas azucaradas, el agua hidrata y saca la sed".

Cuando hace mucho calor, vemos molestos a nuestros bebés, que lloran más y están más demandantes y nos cuesta identificar qué les pasa y qué necesitan.

"Al igual que a los adultos, el calor puede poner molestos a bebés y niños, que a pesar de las altas temperaturas necesitan mucho contacto, por eso a veces están demandantes de más upa o mimos, y aunque estas señales parecen contradictorias suelen ser indicadoras de que están sintiendo calor, y por esto mismo también puede que necesiten mayor regulación para soportar las altas temperaturas, que la obtienen por el contacto o la succión al amamantar", comenta la experta en lactancia.

En cuanto al abrigo, nos dice: "En general tendemos a sobreabrigar a los bebés, por eso recomendamos utilizar ropa cómoda que les permita moverse fácilmente, holgada y fresca, incluso dejarlos descalzos porque a través de los pies regulan toda su temperatura corporal. Muchas veces identificar si nuestro bebe tiene frío o calor puede ser difícil, para saberlo hay que tocarles el pecho o la espalda cerca del cuello, observar si transpiran y recordar que los pies o las manos no son indicadores de temperatura corporal ya que pueden estar fríos por transpiración o por razones de circulación".

Tomando como guía la información de los profesionales, te doy algunos consejos para sobrevivir al verano con bebés y niños:

• Si tu bebé es menor de 6 meses para no exponerlo al sol, lo ideal es ponerle ropa ligera que cubra la mayor parte de la piel, si es de manga larga mejor y de colores oscuros que rechacen las radiaciones solares y buscar siempre la sombra. En la playa podés usar la carpita con protección UV, de fácil armado y cómoda.
• Usar la ropa y el gorro con filtro UV no solo en la playa, también para jugar o para practicar deportes al aire libre. Usar gorros que cubran la cara, los ojos, las orejas y la nuca.
• Cuidarse los días nublados y ventosos, ya que la radiación UV traspasa las nubes y también el agua.
• Para abrigarlos, la guía general es que el bebé tenga la misma cantidad de capas de ropa o una más que la madre o adulto referente. En ocasiones es útil desabrigarlos o dejarlos solo con pañal, por ejemplo cuando van a amamantar ya que les da calor.
• Cuidar siempre que el bebé no esté expuesto a corrientes de aire, no frente a ventilador o aire acondicionado directo. El aire acondicionado ponerlo a 21 grados.
• En caso de utilizar coches de bebe no taparlos ni con una muselina, ni con una manta porque eso colabora a que aumente la temperatura y no haya ventilación.
• Las verduras y frutas de verano nos ofrecen más cantidad de agua por lo que colaboran a la hidratación.
• Para los bebés mayores de 6 meses que todavía no hablan es bueno tener a la vista y ofrecer agua seguido. Si querés podés saborizar el agua con alguna rodaja de limón o de naranja sin necesidad de ponerle azúcar.
• Otra buena opción práctica puede ser hacer helados de fruta caseros o el licuado sin azúcar y tener fruta cortada en la heladera, como sandía o melón, pronta para ofrecérselas.
  

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA

Natalia Villanueva

Nati, mamá de Martina y Salvador, creadora de Puérpera mía, donde ayudo a las mamás a prepararse para su post parto. Gestora de la guía para la maternidad, una comunidad de emprendimientos y profesionales que acompañan a las mamás y a las familias en Uruguay.

Podés seguirla a través de las cuentas de Instagram @puerpera_mia y @guiamaternidad.uy