CON LOS HIJOS

El mercado de ropa para niños está tomando cada vez más fuerza. En los últimos años se ha vuelto más común ver en las pasarelas prendas infantiles, ya que se han convertido en un atractivo para el sector de la moda.

Estampados com mascotas y dibujos animados son los preferidos por los más pequeños, según la cápsula de estampados y gráficos de bebés y niños de WGS, lo que le abre la puerta a la creatividad de los diseñadores. Y, a su atractivo, se le suma la funcionalidad, una de las prioridades a la hora de vestir a un infante.

Pero más allá de las pasarelas y las estanterías, ¿qué pasa cuando los niños dejan de usar esta ropa, que en muchos casos está casi como nueva?

Algunos padres y madres optan por desecharlas de inmediato, sin darle una segunda oportunidad a las prendas, otros prefieren guardarlas por meses en el armario sin darles ninguna utilidad o simplemente regalarlas. De estas tres opciones, sin dudas que donar las prendas y proporcionar que otro niño o niña pueda aprovecharlas, es la mejor. Pero, hay una cuarta opción provechosa para el ambiente y para el bolsillo: venderla. 

Una de las opciones más sencillas es vender la ropa que ya no sirve a los niños a través de las redes sociales. Sin embargo, contar con el respaldo de una plataforma puede ser más confiable.

Por eso, las tiendas virtuales y aplicaciones de venta de ropa de segunda mano están cada vez más dando espacio a sus secciones "kids" y avanzando en el mercado de la moda sostenible.

A su vez, los cuidadores, al darles una segunda oportunidad a las prendas de los niños cuando ellos dejan de usarlas, generan ingresos adicionales en sus hogares.

"A través de la plataforma, se fomenta el reúso y pueden comprar y vender las prendas que no usan. Para nosotros, tiene mucho sentido incluir las prendas de niña, niño y bebés, porque precisamente son prendas que se usan poco y se suelen desechar en buen estado”, opina Ana Jiménez, Country Manager de GoTrendier Colombia , para quien este nuevo foco pretende cambiar la forma de consumir moda en los padres, para que se haga de forma más sostenible y social..

Además, no toma mucho tiempo vender la ropa que ya no usan los niños, en un minuto se puede publicar sus prendas y darles otro destino. Una práctica que, cuándo empleada con consciencia, ayuda a consumir menos y ahorrar más.