Con los hijos
Estas regresiones suelen aparecer cuando el bebé está concentrado en aprender algo nuevo. Seguí los consejos de Luciana Jinchuk.
Las regresiones de sueño se caracterizan por ser involuciones en el sueño de los bebés o niños pequeños: venían con un cierto orden y de pronto comienzan a despertarse más veces en la noche, les cuesta quedarse dormidos o hacer alguna de sus siestas (si no todas). Son un período en el que el sueño de los bebés tiende a desajustarse por alguna razón.
Es importante que entiendas que esto es absolutamente normal y aunque no parezca, suele referirse a progresiones neurológicas o motrices, o sea, cuando tu bebé está aprendiendo algo nuevo —sentarse, caminar, gatear, hablar, incorporar nuevas fases de sueño—. En estos momentos, cuando está concentrado en aprender algo nuevo, suele mostrar regresiones en su sueño porque es cuando “practica” lo aprendido.
Para identificar estas regresiones, prestá atención a ver si tu bebé o niño chiquito lucha contra el sueño (y antes no); se despierta muchas veces en la noche (mucho más que antes); hace siestas más cortas de lo normal para él; está irritable (quién no lo estaría si de repente empieza a dormir peor?)
Las regresiones más típicas son:
* A los 4 meses
* A los 8/10 meses
* A los 12 meses
* A los 18 meses
* A los 24 meses
La duración de estas regresiones puede ser de unos días a unas semanas, pero lo más importante qué hacés en ese tiempo para que pase y no queden malos hábitos establecidos. Acá te dejo algunos consejos para sobrevivirlas sin dejar nuevas asociaciones de sueño:
Tené mucha paciencia y mantené los buenos hábitos de sueño, eso es lo más importante. Especialmente rutina súper relajante.
Sé flexible con los horarios. Esto es temporal, tal vez por unos días tengas que adelantar su hora de dormir y/o siestas. Ojo con las ventanas de sueño, que no se pase es fundamental.
Si su regresión es porque está aprendiendo algo nuevo y lo practica en la noche, entonces practíquenlo mucho en el día también.
Constancia. Hacer siempre lo mismo lleva a que el hábito no se modifique aunque se vea modificado por un tiempito.
Consistencia. Tratá de responder siempre de la misma manera. Mostrale que dormir no es opcional, pero que estás ahí para ayudarle.
No sumes muletillas que hasta el momento no tenían, siempre les digo “no hagas nada de lo que después puedas arrepentirte”. Creo que cada uno sabe qué es esa “nada” para su familia.
Sabé que todo pasa, esto también, mucha fuerza para transitarla.
Consultora de Sueño Infantil por el Family Sleep Institute. Mamá de Eva y Félix. A través de su emprendimiento, Volver a Dormir, ha trabajado con más de mil familias en Latinoamérica.
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