Tener un orgasmo mientras se duerme se puede convertir en una experiencia única para muchas personas, esto se debe a que para algunos, llegar a uno es una situación compleja y, a veces, de bastante esfuerzo o de incertidumbre.

“Aunque experimentemos los efectos físicos de un orgasmo en el cuerpo, en realidad es un proceso que tiene lugar en el cerebro”, aseguró Vanessa Marín, terapeuta sexual y fundadora de ‘Finishing School’, un curso en línea sobre los orgasmos femeninos. 

Estudiar los orgasmos no es cosa sencilla. No es simplemente meter un orgasmo en un laboratorio y observar su comportamiento. Sin embargo, muchos de los datos disponibles están basados en estudios hechos en el pasado.

Lo que se sabe sobre los orgasmos en un rigor científico se debe en gran parte a los investigadores Barry Komisaruk y Beverly Whipple, dos de los sexólogos más reconocidos y referenciados en el mundo.

Sus estudios se basaron en el análisis de un grupo de mujeres que manifestaban poder tener orgasmos solamente con pensamientos, es decir, sin estimulación de su cuerpo. Ambos analizaron el desarrollo de sus reacciones físicas, como el ritmo del corazón, la dilatación de las pupilas, la tolerancia al dolor y la tensión en las arterias. 

El hallazgo fue que la reacción era muy parecida tanto con los orgasmos causados por los pensamientos como con los provocados físicamente. Más adelante, hicieron una resonancia magnética al cerebro de las mujeres estudiadas, y descubrieron que cuando pensaban en tocarse partes de su cuerpo muy específicas como los pezones o el clítoris, se activaba el córtex sensorial, simulando un verdadero contacto físico en dichas partes.

Ante esto, Komisaruk manifestó al medio ‘Fusion’, en el año 2015 que: “Lo que descubrimos, para mi sorpresa, es que cuando las mujeres pensaban en la estimulación de una zona del cuerpo, la región correspondiente del mapa del córtex sensorial se activaba como si le estuvieran estimulando físicamente esa zona”.

También agregó que “la activación del córtex prefrontal es mucho mayor cuando la mujer se imagina la estimulación que cuando de verdad se estimula físicamente”. 

Con las afirmaciones de estos especialistas, no sólo confirmamos que tener un orgasmo mientras se duerme es posible , como también sin estimulación física. Además, existen testimonios de personas que han llegado al orgasmo de una forma “más fácil” mientras duermen que cuando tienen relaciones sexuales. 

Jesse Kahn, director del Gender & Sexuality Therapy Center y trapeuta sexual, aseguró que:  “si una persona no es capaz de tener un orgasmo durante el sexo por ansiedad, depresión, estrés, vergüenza o por presiones culturales internas o externas, probablemente tiene un orgasmo mientras duerme porque esos problemas no le afectan en ese momento. Básicamente, el sueño es un entorno maravilloso que facilita los orgasmos”.

No hay una fórmula secreta o fija para lograr tener ‘sueños húmedos’ a propósito. Sin embargo, los expertos sugieren varias acciones para intentarlo, como dormir boca abajo, pensar, leer o ver algo con temática sexual o tener orgasmos más seguidos mientras se está despierto.

Los orgasmos durante el sueño son algo esporádico y ocasional, por lo que los sueños de ese estilo se pueden disfrutar mejor cuando surgen de manera sorpresiva.