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Josefa Feitosa dijo “no” al tradicional modelo de abuela y optó por conocer decenas de ciudades solo con su mochila a cuestas
Mientras que para muchos abuelos los nietos son la razón de sus vidas, para otros no tanto. Este último el caso de una mujer brasileña jubilada que, en vez de quedarse en casa ayudando a sus hijos y nueras, prefirió emprender un viaje para conocer el mundo. Su historia no tardó en viralizarse.
Antes de los tiempos del Covid-19 y el posterior cierre de fronteras, Josefa Feitosa se jubiló tras años de trabajo en el sistema penitenciario de su país y tomó una decisión muy especial: equipada nada más que con una mochila, salió a recorrer el mundo.
Para no tener ninguna preocupación durante su estancia como trotamundos y sumar algo de dinero para su travesía, Josefa vendió sus muebles, su casa y sumó las ganancias de su pensión. Así es como logró sustentarse a diario.
Cuando la mujer se jubiló, sus hijos pensaron que la abuela tendría más tiempo para ayudarlos a cuidar a sus nietos, pero sus planes eran otros.
En declaraciones al medio local g1.globo.com, Josefa fue terminante y dijo: “La abuela no debe criar a los nietos”. Una de sus hijas, llamada Lilith, contó que en un primer momento no solo se sorprendió por la decisión de su madre, sino que también se ofendió. Sin embargo, con el paso de los meses entendió su deseo y la apoyó para concretarlo.
Como una verdadera influencer, la mujer comenzó a compartir en su cuenta de Instagram fotos y videos de sus viajes. Con el tiempo y gracias a que su historia se hizo conocida, comenzó a tener más y más seguidores. Si bien muchos de ellos le demuestran su apoyo y la felicitan, no faltan quienes la cuestionan y opinan que debería estar cuidando a sus nietos.
De lado de los que sostienen que hizo bien en viajar se encuentran los que dicen que los adultos mayores necesitan un equilibrio entre la tarea de cuidar nietos y la vida personal. Mientras que, por otra parte, quienes rechazan la elección de Josefa aseguran que lo más valioso para un abuelo deberían ser sus nietos.
Frente a las críticas, la brasileña dijo que los abuelos también tienen derecho a una vida privada. A su vez, agregó que quiere inspirar a otras personas a emprender aquellas aventuras o sueños que abandonaron por motivos familiares. Sin hacer caso a los cuestionamientos, la mujer siguió firme con su anhelo de disfrutar de diferentes lugares.