REALEZA

Andrés, el duque de York, nuevamente generó polémica en el Palacio de Buckingham. A pocos meses de la firma del acuerdo millonario de confidencialidad que habría puesto fin a la demanda por abuso sexual que presentó Virginia Giuffre, el príncipe insiste en volver a formar parte de la familia real. Sin embargo, el duque de Cambridge no está dispuesto a facilitarle el camino, sino todo lo contrario.

Según consignó Evening Standard, Willian advirtió que si su tío se presentaba en la ceremonia de investidura de los nuevos caballeros y damas de la Orden de la Jarretera, tanto él como Kate se verían obligados a no participar. El ultimátum se escuchó íntegramente este lunes y un portavoz del Palacio informó: 

“El duque de York asistirá hoy a la investidura y al almuerzo, pero no formará parte de la procesión ni del servicio”. De tal anuncio, podría interpretarse que si bien se sabe que Andrés es el hijo favorito de Isabel II, eso no impidió que –nuevamente– tenga prioridad la imagen y estabilidad de la monarquía por encima de cualquier lazo afectivo o familiar.

El pedido de William fue respaldado por su padre, quien tuvo doble motivo para asistir a la ceremonia que tuvo lugar en la capilla de San Jorge. El príncipe Carlos no solo es miembro de la orden real, sino que Camilla de Cornualles se instaló como nueva integrante de la caballería. También formaron parte del nombramiento la baronesa Valerie Amos y el ex primer ministro Tony Blair. En relación al segundo, un grupo de ciudadanos manifestaron su desacuerdo y trajeron al presente su participación en Irak cuando lo acusaron de ser un “criminal de guerra”, según consignó Vanity Fair.

No obstante, el príncipe Andrés fue fotografiado ese día cuando entraba a Windsor en auto, y de acuerdo con The Sun, al parecer el duque considera que el impedimento para regresar a sus funciones sería lo mismo que “negarle su derecho de nacimiento”. 

Por su otra parte, The Telegraph informó que una fuente anónima manifestó: “El cargo de coronel de la Guardia de Granaderos era el título más codiciado de Andrés y lo quiere de vuelta”, y luego agregó que lo más importante para él era su estatus como “Su Alteza Real”.

Tras la implacable decisión de Isabel II, se la pudo ver a la duquesa de Cambridge junto a Sofía de Wessex. De esa misma manera, William también acompañó a sus tíos Eduardo y la princesa Ana durante el desfile.

Desde que renunció a sus deberes reales, son pocas las veces que se vio a Andrés en público. Su relación tan cercana con Jeffrey Epstein generó un verdadero revuelo en la corona, que trata por todos los medios de olvidar aquel episodio. 

Este impasse entre William y su tío se produce poco después de la celebración del Jubileo de Platino de la reina, un festejo de cuatro días en el Reino Unido donde no solo se conmemoraron los 70 años de Isabel II en el trono, sino que permitió que la casa aumentara, o en el peor de los casos, mantuviera su popularidad.