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La polémica se centra en un cartel de Le Planning Familial, que presenta un dibujo de un hombre transgénero durante su embarazo.
Una campaña de una organización de defensa de la educación sexual, la contracepción y el aborto desató una oleada de críticas en Francia por su eslogan "Los hombres también pueden estar embarazados", obligando al gobierno a pronunciarse.
La polémica se centra en un cartel de Le Planning Familial, que presenta un dibujo de un hombre transgénero --al que se le atribuyó el sexo femenino al nacer, pero que se identifica con el género masculino--, durante su embarazo.
Su difusión desató especialmente las críticas de la extrema derecha. "Pero qué estúpido... y probablemente peligroso al final, esta obsesión por deconstruir todo", tuiteó el portavoz de la Agrupación Nacional, Sébastien Chenu.
La ministra delegada de Igualdad entre Hombres y Mujeres, Isabelle Rome, expresó su apoyo a Le Planning Familial, "una asociación histórica que es esencial para los derechos de las mujeres, el acceso a anticonceptivos y al aborto".
"No dejemos que la extrema derecha avive el odio utilizando una campaña de comunicación, de la que puedo entender que no logre un consenso", agregó la ministra el lunes, en unas declaraciones enviadas a la AFP.
La campaña también generó indignación en sectores del feminismo. En una carta abierta a la primera ministra Élisabeth Borne publicada el lunes por la revista Marianne, las activistas Marguerite Stern y Dora Moutot alertan de la "ideología transactivista".
"Afirmar que las mujeres no son necesariamente hembras y viceversa es una cuestión de creencias, no de biología", según Stern y Moutot, para quien estas creencias "no tienen cabida en las instituciones a las que se confió misiones de servicio público".
El viernes, ante las primeras críticas, Le Planning Familial denunció en un comunicado un "ataque muy violento" en redes sociales por parte de la extrema derecha y defendió su acogida "incondicional", independientemente de su "identidad de género".
Francia, que se convirtió en 2010 en el primer país en el mundo en sacar la transexualidad de la lista de enfermedades psiquiáticas, autoriza desde 2017 la modificación del estado civil sin tener que "justificar tratamientos médicos, operación quirúrgica o esterilización", pero a través de un proceso en los tribunales.