GOURMET
Eduardo Lanza cuenta sobre los Vinos de Potrero, del exfutbolista Nicolás Burdisso, Belén Soler Valle y del destacado enólogo uruguayo Bernardo Bossi Bonilla, creaciones que se encuentran en Vinbutik
La lista de famosos que decidieron involucrarse en el sector del vino y a producir sus propias bebidas es extensa. Algunos lo han hecho con mayor convicción y compromiso, otros apenas han cedido su nombre para que se luzca en una etiqueta.
Francis Ford Coppola optó por el primer camino, cuando tras el éxito de El Padrino, compró la bodega Inglenook y la mansión contigua –en Napa Valley– para vivir allí, con sus hijos y su esposa Eleanor.
Antonio Banderas en 2009 se implicó fuerte en el sector, al comprar el 50% de la bodega Anta, que pasó a llamarse Anta Banderas. En pleno corazón de la Ribera del Duero, cuenta con más de 200 hectáreas de viñas.
En Argentina varios futbolistas hicieron fortuna jugando en Europa e invirtieron en el sector. Los veteranos del seleccionado de México 86, sacaron este año dos tintos de alta gama: Héroes Blend y La Final Malbec. Un recuerdo del título mundial ganado con la participación del legendario Diego Maradona.
Por su parte —y hace ya unos 20 años— la bodega mendocina Raíces de Agrelo, lanzó los vinos Diego Armando Maradona. El astro participó en la aprobación de ellos y eligió dos tipos de etiquetas, una para los vinos premium y otra para un segmento medio. También se presentó uno más popular en tetra, con la imagen del ídolo en la caja. Ni que decir que la venta fue por demás exitosa, no sólo en el mercado vecino, también en el exterior.
Vinos de Potrero en Mendoza, es un proyecto enológico sólido del exfutbolista Nicolás Burdisso y su esposa Belén Soler Valle. Al terminar su ciclo en Boca Juniors, la pareja emigró a Italia donde a él le tocó defender al Roma y al Inter de Milán. A ella no le gustaba el vino, pero en la península aprendió a conocerlo y disfrutarlo.
Belén es Licenciada en Comunicación Social, recibida en Argentina y terminó su carrera de Sommelier en Italia. Hoy lidera el proyecto junto a su marido, trabaja con el equipo de la bodega y viaja varias veces al año, para atender a los clientes del exterior.
En 2008 compraron una finca en Gualtallary –zona top del vino argentino– y sumaron a su equipo al destacado enólogo uruguayo Bernardo Bossi Bonilla. Iniciaron un desarrollo, que hoy cuenta con un amplio portfolio de vinos y un buen éxito comercial y de la crítica especializada.
A diferencia de otros, Vinos de Potrero tiene una imagen propia y no aparecen en las etiquetas, ni la cara de Burdisso, ni su nombre.
“No queríamos que fuera el vino de..., sino que el nuestro debía ser el protagonista, el principal referente y, sin duda, lo logramos. El nombre de nuestro emprendimiento es porque hacemos una analogía con el potrero para el jugador de fútbol con el otro, que es el terroir de la uva”, aclaró Nicolás a La Nación.
No tenemos futbolistas uruguayos que hayan elegido invertir sus ahorros comprando una bodega y el viñedo contiguo, pero podemos probar los Vinos de Potrero. Las creaciones de esta bodega llegan a Uruguay de la mano de Julio González, propietario de la tienda Vinbutik– www.vinbutik.uy – en Benito Blanco 774, casi llegando a la plaza Gomensoro.
Es Ingeniero químico y experto en vinos. Su pasión lo ha llevado a visitar terruños, descubrir cepas y probar las más variadas etiquetas.
Es fundador de Catadores. Escribe y enseña con el mismo placer que degusta un vino desde hace más de 25 años.