Por Eduardo Lanza
Nuestro especialista en vinos, Eduardo Lanza, nos trae una columna sobre un vino nacido en Piriápolis.
“Este blanco se integra a una nueva línea de gama superior, a la que bautizamos Alquimia, porque estamos ubicados en una zona muy especial. Su impronta la marca el castillo de Humberto Pittamiglio – el alquimista – como en la zona le llamaban allá por los años 20. Todos sabemos que esta antigua protociencia usaba la combinación de diversos componentes, procurando obtener uno nuevo y más valioso. Este blanco va por ese camino”, relata Martín Viggiano, enólogo a cargo de Cerro del Toro.
Se elaboró basado en una fórmula muy exitosa, la de combinar Chardonnay con Viognier, que se utiliza en muchas regiones y también en Uruguay. Pero en este caso Martín le agregó cierto porcentaje de Albariño para completarla. Le tiene mucha fe a esta cepa gallega, siendo una de sus preferidas y a la que conoce bien, por haberla trabajado durante varios años. A esta experiencia local se suma que en Galicia pudo participar en sucesivas vendimias, compartiendo técnicas y conocimientos con los enólogos de las bodegas en las que realizó sus pasantías.
Los vinos de corte, sean tintos o blancos, no surgen de la improvisación o de una inspiración repentina. Mucho antes de la siguiente vendimia, el invierno es la época mejor para ir pensando su composición y como será su ensamblado. En este caso Martín cuenta con el apoyo de Duncan Killiner, el winemaker neocelandés que desde sus comienzos asesora a Cerro del Toro.
Entre ambos lo imaginaron esperando que la cosecha 2021, confirmara el potencial que cada variedad les daría. Un excelente resultado fue el fruto de un verano apacible y sin sobresaltos climáticos. El Chardonnay se fermentó en barricas nuevas de roble francés, en las que quedó por seis meses, para realizar su crianza. Se decidió que llevaría el estandarte del corte con un 60% del total. Los otros dos fermentaron en tanque inoxidable y se repartieron el complemento de esta manera: Viognier 30% y Albariño 10%. A no dudar que la categoría de este blanco tiene que ver con el lugar donde están sus viñedos. Ayuda mucho por un lado, un suelo austero y pedregoso, formado por un granito milenario que el tiempo ya desintegró. Por otro, la contribución de la constante brisa marítima, que alivia el calor de los veranos más intensos, permitiendo una maduración ideal y pausada de los racimos.
De esa manera cada variedad hizo su aporte particular, para conformar un blanco importante, fresco y de buen cuerpo, en el que un roble muy discreto complementa la fruta.
Se destaca entonces como un muy buen representante de los vinos oceánicos, como nos gusta llamarles ahora a los que nacen en Maldonado.
De producción limitada de apenas 1.500 botellas, se vende sólo en vinotecas.
Datos
Bodega: Cerro del Toro
Origen: Piriápolis, Maldonado
Precio: $1.650
Es Ingeniero químico y experto en vinos. Su pasión lo ha llevado a visitar terruños, descubrir cepas y probar las más variadas etiquetas.
Es fundador de la Sociedad de Catadores. Escribe y enseña con el mismo placer que degusta un vino desde hace más de 20 años