Sabor Express
El conjunto de bodega, restaurante y posada Campotinto es una creación del matrimonio argentino Diego Viganó y María Eugenia Barreiro. Conocé más en esta columna de Eduardo Lanza.
En 2014, Danielle Pergament periodista del New York Times estuvo pasando unos días en Carmelo y realizó una jugosa nota para su diario, contando de un lugar que la sorprendió de forma muy grata. Se alojó en la Posada de la Bodega Campotinto, visitó la de Irurtia y alguna otra. Probó los vinos junto con la gastronomía local y quedó encantada como lo reflejó en su crónica.
Bodega, restaurante y posada
El conjunto de bodega, restaurante y posada Campotinto es una creación del matrimonio argentino Diego Viganó y María Eugenia Barreiro. “Desde chico él siempre venía en un plan familiar, más vinculado al campo y no tanto a la playa o la ciudad”, dice Francisco Lorente, gerente del complejo.
"Es apasionado por los vinos y siempre jugaba con la idea de instalarse en Uruguay. En Argentina es director de varias empresas de supermercados y ropas de marca. Le tentaba tener su propia bodega boutique, pero no en cualquier lugar, porque el entorno y la historia le importaban mucho. Así es que Carmelo lo sedujo de entrada, por su paisaje, por la cordialidad de su gente y su larga tradición de vinos, viñedos y bodegas”, agrega.
Francisco considera a Diego como un visionario "porque desde el vamos instaló una posada pequeña de cuatro habitaciones, un restaurante, los viñedos y la bodega. Sin duda tenía claro lo que quería. Otros la piensan distinto y se dicen, pongo la bodega y si camina veo de agregar un restaurante y si funciona, construyo una posada”.
Barrio La Concordia
Hoy la posada se agrandó, señal de la buena puntería de Viganó y ya cuenta con 12 habitaciones. Pero las inversiones continuaron y a una distancia de 2 km de la bodega, compró un predio de 33 hectáreas, para crear el primer Barrio de Viñas del Uruguay.
En Buenos Aires lo promociona de esta manera: “A sólo 60 kilómetros de Buenos Aires, Carmelo se ha transformado en la nueva perla de un Uruguay genuino y algo menos conocido por los argentinos. Con playas de arenas blancas, campos ondulados, pintorescos viñedos, autos antiguos y un aire inspirador, todo sumado existe un lugar único, cargado de una mística particular”.
Está bueno y a nosotros nos hace gracia el detalle de “autos antiguos”. Son unos 30 lotes de media hectárea y cada uno posee unas hileras de viñas, para que su propietario pueda entregar su producción a la bodega y contar con su vino, para deslumbrar a familiares y amigos. Por supuesto que el barrio cuenta con su Wine House al lado de la laguna y con las canchas de tenis y la piscina detrás.
Los Tannat Gran Reserva de Campotinto
Por pura casualidad y con un par de días de separación, pude probar dos tintos Gran Reserva de Campotinto. El Ícono Tannat 2017 en una reunión familiar de “todos vacunados” y el Chacra 1 Tannat – Tannat 2019 que Francisco Lorente me alcanzó, para probar y comentar.
Me gustó la experiencia y más que nada, encontrar las similitudes y diferencias. Ambos de una crianza en roble bien manejada, que me lleva a calificarlos con un toque de buen humor como: “tintos de buena madera”. Porque es ella la buena y la que les da una impronta aromática relevante, más allá de de una sabrosura indiscutible.
Además de su fragancia, ambos son redondos, de acidez apetitosa y largos en boca. En la comparación, el Ícono 2017 se presentó más completo, porque a todas sus virtudes le sumó un buen cuerpo. En cambio el Chacra 1 del 2019, se percibe más ligero en boca.
Pero enseguida viene la reflexión y las preguntas que a uno le nacen. Y me digo: ¿Porqué le tengo que pedir al tinto Gran Reserva que estoy probando, que complete con 10 puntos cada renglón de la ficha de cata? No hay muchos consumidores que apreciando su buen aroma y su ductilidad en boca, pueden adoptarlo como su tinto preferido?. Por supuesto que sí los hay y este Chacra 1 es uno de ellos.
Enólogo Daniel Cis Godoy
Campotinto se basa en 5 hectáreas de viñedos, la mayoría de Tannat. Algo de Viognier para contar con un blanco y algunas filas de Muscat de Hamburg para elaborar un rosado.
Consultar al enólogo es una norma de mis apuntes de cata y llamé a Daniel para que me cuente de sus Tannat, porque son varios los que elabora. Egresado en 1999 de la escuela de Enología, trabajó unos 15 años en la bodega de don Dante Irurtia y con él, hizo algo así como su postgrado.
Hoy atiende la bodega de su familia y además dirige la elaboración en El Legado, Bodega Fripp y Campotinto. De estos Gran Reserva Tannat comenta: “De las 20 parcelas que tenemos en el barrio privado La Concordia, hay algunas que dan apenas un kg y medio por planta y con sus racimos producimos el Ícono y el Super Ícono. Después tenemos otras de mayor vigor, que dan hasta 3 kgs por planta y de ahí sale el Chacra 1, de dos parcelas seleccionadas. Luego y en la elaboración vienen otras diferencias entre ellos, al usar maceraciones más o menos prolongadas, si las barricas son nuevas o usadas y por los meses de crianza de cada vino”.
Para comprarlos
Bodega Campotinto hizo un acuerdo de exclusividad con Iberpark, no sólo para su venta, también para su distribución. Por eso se pueden conseguir en Los Domínguez, en Senderos del Tannat y en Mercado Libre. El Chacra 1 Tannat cuesta $ 1.030, el Ícono Tannat $ 1.600 y el Super Ícono Tannat $ 1.990
Es Ingeniero químico y experto en vinos. Su pasión lo ha llevado a visitar terruños, descubrir cepas y probar las más variadas etiquetas.
Es fundador de la Sociedad de Catadores. Escribe y enseña con el mismo placer que degusta un vino desde hace más de 20 años.