Con los avances científicos y la tecnología, cada vez es más común conocer historias de reencuentros de hijos con sus padres biológicos o de hermanos que habían estado separados por décadas, como le sucedió a una tiktoker que emocionó a sus seguidores al compartir su caso.

Gracias a un análisis de ADN y una extensa búsqueda en internet, Rachel pudo conocer a su madre biológica en una emotiva reunión que fue compartida en su cuenta de TikTok @rachelhruiz. En las imágenes se mostró el momento justo en que las mujeres se fundieron en un largo abrazo en la puerta de su casa en Utah.

Después de este primer contacto, la joven también hizo que su madre biológica, identificada como Angie Howard, conociera a sus padres adoptivos Brent y Marianne Haslam, además de a su esposo y su hijo de dos años, lo que hizo aún más íntimo el video. Los usuarios no pudieron contener la emoción y le dejaron algunos comentarios. “Se nota que no ha dejado de quererte ni de pensar en ti ni un segundo”; “La forma en que tus madres se abrazaron, se podía sentir la gratitud que sentían la una por la otra”, escribieron.

“Mi adopción fue cerrada y he estado tratando de encontrarla durante más de 10 años con un intento fallido tras otro”, escribió Rachel junto con el conmovedor clip. Sus intentos tuvieron éxito hasta que utilizó los métodos de análisis de ADN por parte de una compañía llamada Ancestry.

De acuerdo con información publicada por el sitio Planned Parenthood, la adopción cerrada, también conocida como adopción confidencial, es una de las dos modalidades del trámite en Estados Unidos. Implica que los padres biológicos y la familia adoptiva tengan poca o ninguna información acerca del otro. “A veces las personas eligen una adopción cerrada para tener más privacidad”, explica el portal.

No obstante, con la condición de su adopción, Rachel Ruiz comentó que siempre había sentido la necesidad de conocer a sus padres biológicos. Fue así que emprendió sus esfuerzos que la llevaron a contactar primero su abuelo materno y después a su madre.

En entrevista con Today.com, la joven, que ahora vive en Lehi, Utah, aseguró que toda su vida supo que había sido dada en adopción por su mamá de 17 años cuando ella tenía apenas dos semanas de nacida. “No era un secreto y nunca me sentí como si no fuera su hija”, dijo Ruiz. Sobre las motivaciones para emprender su búsqueda, detalló: “Quería demostrarle que había tomado una buena decisión y que era feliz y estaba sana (...) Fue entonces cuando mis padres y yo nos pusimos manos a la obra para encontrarla”.

La única información que tenía sobre su madre era una breve descripción física, el nivel de estudios y una lista de aficiones. Cuando cumplió 18 años, sus padres adoptivos le entregaron dos recuerdos que le había dejado: una manta y una carta escrita el día de su nacimiento donde le revelaba su deseo de volver a reunirse algún día.

El primer contacto virtual entre madre e hija fue a través de Facebook. “Le envié un mensaje que decía: ‘Oye, creo que somos parientes después de mirar mis papeles de adopción y mi prueba de ADN’”. Cuando la mujer leyó el mensaje, respondió de inmediato: “Llevo 34 años rezando para que llegue este día”.

La Nación (GDA)