Realeza
Las revelaciones de Meghan Markle en una reciente entrevista volvieron a poner el foco en la intimidad del Palacio de Buckingham
Lady Diana Spencer llegó a la Abadía de Westminster con un enorme vestido de novia el 29 de julio de 1981. Desde ese momento, con la presencia de más de 3500 invitados y cientos de espectadores en el mundo, comenzaría su vida de cuentos de hadas, pues en el altar la esperaba el príncipe Carlos.
Era llamada la “chica más afortunada del mundo” porque se casaba con el hombre que amaba y además futuro rey, cuando en realidad solo era el inicio de una trágica historia con un matrimonio fallido, lleno de infidelidades, soledad y un amor no correspondido.
Durante su paso por la familia real británica, la princesa Diana vivió diversas situaciones dolorosas, que enfrentó sola porque no recibió la ayuda que buscó a pesar de que la pedía a gritos.
A continuación repasamos cinco momentos dolorosos que Lady Di vivió dentro de la familia real de Inglaterra.
La infidelidad del príncipe Carlos con Camila
La relación entre el príncipe Carlos y Camila, mientras él estaba casado con la princesa Diana no es ningún secreto. Incluso en el momento era algo que todos sabían, pero por la magnitud del escándalo nadie decía nada.
Andrew Morton escribió en el libro Diana: su verdadera historia, en palabras de la propia Lady Di, que la sombra de la actual duquesa de Cornualles comenzó desde su compromiso. Aunque ella intentaba comportarse madura, no podía hablar con nadie sobre lo que sentía o qué debía hacer ante esta situación.
La princesa del pueblo se obsesionó con Camila, e incluso estaba presente en sus sueños o, mejor dicho, pesadillas. Desconfiaba de todo lo que hacía Carlos, como a dónde iba y con quién hablaba. En varias ocasiones buscó ayuda de la reina Isabel II, pero no “frenó” a su hijo como ella hubiera deseado.
La bulimia, un “síntoma” de su fallido matrimonio
Lady Di luchó por muchos años contra la bulimia. Al inicio negó padecer del trastorno, pero después aceptó públicamente su enfermedad y cómo logró superarla.
La princesa Diana mencionó que llenarse de comida sin control era un “síntoma” de su fallido matrimonio y una manera inconsciente de llamar la atención, pero con las señales equivocadas, pues lo único que conseguía era que creyeran que era una persona inestable.
La princesa Diana se tiró por las escaleras embarazada
En enero de 1982, solo cinco meses después de su boda, Lady Di le dijo a su esposo, y heredero a la corona, que se quería morir y se sentía desesperada. Él no le hizo caso, se dio la vuelta y se dirigió a la puerta. Fue entonces cuando Diana se arrojó de las escaleras estando embarazada del príncipe William que nació en junio de ese año.
La reina Isabel II fue una de las personas que presenció la escena, con el fin de tener un poco de atención por parte del príncipe Carlos, y estaba bastante asustada.
Lady Di ocultó el sexo de Harry al príncipe Carlos
Diana no le dijo al príncipe Carlos que tendrían un niño por segunda ocasión porque sabía los deseos de él por tener una niña. Cuando nació Harry, el heredero a la corona nunca ocultó su decepción e incluso se quejó de su cabello pelirrojo.
Un fotógrafo real, Ken Lennox, que esperaba afuera del hospital para conseguir una imagen del bebé reveló que el duque de Gales dejó sola a su esposa minutos después del nacimiento, porque tenía que ir a jugar polo. Morton relata que tras la llegada de su segundo hijo ese matrimonio se fue a pique.
La princesa Diana atentó contra su salud varias veces
Cuando la princesa Diana se tiró por las escaleras no fue la única ocasión que su vida corrió peligro, en un intento desesperado por llamar la atención y pedir ayuda.
A eso se le agrega: la ocasión en donde se arrojó contra una vitrina de cristal dentro del palacio; cuando se cortó con una hoja de afeitar; el día que se cortó con una rebanadora de limón; y la vez que se lastimó sus muslos con una navaja mientras discutía con el príncipe Carlos.