Redacción El País
Llega Halloweeny puff, como por arte de magia ¡empezamos a pensar en disfraces! Especialmente porque muchas escuelas y colegios se sumaron a la tradición e invitan a los más chiquitos a disfrazarse.
Es fácil caer en la opción de la bruja, la momia —si no hay ideas nos envolveremos en papel higiénico ¿no?— o el clásico vampiro. Pero en esta oportunidad venimos recargadas para ofrecerte algunas alternativas que sirven a grandes y chiquitos para que te asegures tu disfraz de Halloween.
1. Minions: Fanatizaron a niños y adultos y si lo analizás profundamente un disfraz de minion no precisaría mucho más que un enterito de jean y una camiseta amarilla. Incluso lo podrías solucionar conun jean y tiradores. Podés imprimir el logo de Gru y agregás un gorro con los lentes de los Minions y voilá.
2. Dobby, el elfo doméstico: Los fanáticos de Harry Potter seguro lo recordarán con cariño. Es uno de los personajes más tiernos de la saga y disfrazarse de él es muy sencillo. Una vincha para ajustar sus grandes orejas y una tela, funda de almohada o lo que sea para crear un vestido atado por los extremos. Por supuesto una media, para garantizar la libertad de Dobby.
3. Eleven, de Stranger Things: el personaje de la serie de Netflix creció en todos. Para recrearla lo ideal sería tener unas cajas de waffles una campera de jean, un vestido rosa, una peluca rubia, championes y medias. Maquillarse una gotita de sangre saliendo de la nariz y listo.
4. Holly Golightly en Breakfast at Tiffany’s, durmiendo: Lo que necesitás es una copa de cocktail, unas caravanas largas que sean como plumero, una máscara de dormir y una camisa blanca larga para usar como vestido.
5. Dónde está Wally: Una camiseta a rallas blancas y rojas, un jean, unos lentes redondos de pasta negra y un sombrero blanco y rojo con un pompón es todo lo que necesitás para convertirte en Wally.
¿Tenés otras ideas? ¡Sumalas!