Bienestar
El término "comidas rápidas" está asociado a alimentos malos, pero muchas recetas saludables se pueden hacer en menos de 20 minutos.
La velocidad no necesariamente es algo malo. Las comidas rápidas están asociadas a un concepto negativo: alto contenido graso, conservantes, muchas calorías. La típica comida estadounidense popularizada como "fast food" tiene sus pro y sus contra, pero su imagen en materia de nutrición y salud no es precisamente la mejor. Pero existe otro universo de comidad rápidas que puede ser beneficioso para el organismo.
Si bien las comidas rápidas como las clásicas hamburguesas y los desayunos recargados de panceta y donas son responsables en gran parte de los elevados índices de obesidad que hay en Estados Unidos, los profesionales de la nutrición explican que no constituyen la única causa.
Las porciones grandes, las repeticiones, o las comidas rápidas por delivery como parte de una rutina cotidiana también traen problemas de salud y forman hábitos que son perjudiciales para el bienestar de las personas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los índices de obesidad a escala global se han llegado a triplicar en los últimos 40 años, siendo una de las enfermedades que más ataca a los niños y jóvenes.
Los hábitos de alimentación y la actividad física como algo natural del día a día son esenciales para combatir esta y otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión.
Comidas rápidas y saludables
Más allá de la explicación y desmitificación sobre las "comidas rápidas", es necesario tener en cuenta que la alimentación tiene una función primordial en la vida de las personas: la nutrición .
La nutrición es un proceso que garantiza el crecimiento y el óptimo desarrollo de las funciones vitales del ser humano. Hay seis tipos de nutrientes que el cuerpo humano necesita para sobrevivir:
*Proteínas.
*Carbohidratos.
*Vitaminas.
*Minerales.
*Grasas.
*Agua.
Estas seis clases de nutrientes son indispensables en la alimentación diaria, por lo que las cuatro comidas del día y las colaciones deben incluirlos aleatoriamente.
Por lo tanto, las recetas de comidas rápidas que tengan una buena variedad de nutrientes y un bajo contenido de grasas saturadas o "trans" , (las consideradas como dañinas para el organismo por la dificultad metabólica que representan para ser digeridas), son saludables y recomendadas para las personas que tienen rutinas agitadas y poco tiempo para cocinar.
Recetas de comidas rápidas con alto contenido de nutrientes
Cuando hay poco tiempo para dedicar a la cocina y la elaboración de platos sanos, uno de los errores más frecuentes es "caer" en la famosa "comida chatarra", "de paquete" o en el famoso delivery, el cual nunca será como la cocina en casa y sus recaudos de higiene, cocción e ingredientes de calidad.
Por eso es que un buen recetario de comidas rápidas saludables y con pocos ingredientes es una gran solución para combatir este problema. Algunas ideas, a continuación:
Ensaladas: las ensaladas son una gran alternativa para lograr comidas rápidas sanas, variadas y muy nutritivas. Ponen a prueba la creatividad y la combinación de ingredientes frescos y de estación.
Cuando se habla de ensaladas se debe salir del típico mix de "lechuga + tomate + cebolla" y plantear una mezcla de al menos cuatro ingredientes entre hojas verdes, carne o pescado y vegetales más jugosos.
Atún, cubos de pollo, ternera desmechada o láminas de pavita ahumada son algunas de las opciones. En cuanto a los aderezos , es recomendable no excederse, optar por productos de bajas calorías como el aceite de oliva y evitar los procesados como la mayonesa.
Pastas salteadas: las pastas no siempre tienen que ser de alto contenido calórico ni poco nutritivas. Pueden formar parte del recetario de las comidas rápidas saludables si se evitan las salsas, cremas, el queso rallado y los rellenos excesivos.
Las pastas salteadas con aderezos naturales como salsa de soja o aceite de oliva, y decoradas con vegetales de estación, son una alternativa deliciosa, nutritiva y de bajas calorías.
Las aceitunas negras, los tomates cherry y la zanahoria cortada en tiras pueden ser buenas ideas al momento de plasmar el plato.
Tortillas sin papa: La clásica tortilla de papas es un favorito de mucha gente, pero no está elaborada a base del vegetal más sano y nutritivo de todos. Siguiendo la misma receta, la tortilla puede cambiar sus colores y sabores para tener un mayor contenido de fibras y vitaminas que la papa y el boniato no aportan.
Dentro de las comidas rápidas saludables sin dudas hay un lugar preferencial para la tortilla de tomate, zapallitos o calabaza con pollo desmechado.
Tacos mexicanos: Los tacos son de las comidas rápidas más deliciosas y nutritivas que existen. Muchas personas los piden en los restaurantes sin conocer estos beneficios.
Al tener una masa muy delgada que recubre el relleno, la proporción de carbohidratos es menor en relación a otros platos. En su interior, pueden contener una gran variedad de verduras y una porción de carne magra en bajas cantidades.
Exquisitos, fáciles de transportar y muy nutritivos.
Agua y frutas: la dupla perfecta para acompañar las comidas rápidas
Con esta fórmula, es imposible fallar. La bebida por excelencia de las comidas rápidas saludables debe ser el agua mineral sin gas . Una vez que esta elección se transforma en un hábito es mucho más sencillo cumplir el objetivo de los dos litros de agua diarios que recomiendan los especialistas de la salud.
Y el postre debe ser o contener frutas. Manzana, banana, naranja, ciruela o frutillas, no importa cuál sea la elegida. Puede servirse cruda, cocida al horno, hecha compota o mezclada con frutas secas. Lo importante es no realizar agregados de azúcar, crema o aderezos.
Siguiendo estas normas y tomando estas ideas es imposible decir que las comidas rápidas hacen mal, engordan o no son saludables.