Bienestar
La psicóloga gestáltica, Fanny Berger, nos trae una columna para reflexionar. "El 2020 fue un año de resistencia o resiliencia, eso depende de tus cambios personales, no de la pandemia".
Este año de pandemia fue excepcional, nos cambió la vida a todos los habitantes del planeta. Tuvimos que acostumbrarnos a usar tapabocas, a conservar distancia física y social, a cuidarnos de no contagiar ni ser contagiados, a usar mucho alcohol y lavarnos las manos muy seguido.
La resistencia es oponerse, hacer algo para protegernos. En cambio la resiliencia implica transformación, aprendizaje. En estos diez meses de pandemia en el Uruguay, ¿qué aprendiste en lo personal?
¿Qué sentido encontraste en el dolor, en la incomodidad, en esta nueva forma de vivir cuidándome del virus y absteniéndote de encuentros sociales, fiestas, determinadas actividades que implican contacto físico con otras personas?
Todos sabemos que somos seres sociales que vivimos en relación a los otros, pero en pandemia lo experimentamos, lo padecimos. Valoramos los vínculos humanos, sociales y nos fortalecimos de las ausencias físicas, de la falta de contacto como abrazos y besos.
Si te fortaleciste a pesar de las vicisitudes que afrontaste durante el 2020, sos resiliente. Si seguís quejándote y mirando al pasado con nostalgia y viendo lo que no podes hacer en pandemia, no aprendiste nada.
Resiliencia es la capacidad de una persona para superar circunstancias traumáticas.
La tecnología, tan rechazada por distintas razones por muchas personas, fue una aliada y ayudó a seguir aprendiendo, brindar clases y reuniéndonos por trabajo y hasta diversión. Otro aprendizaje: el tema no es la tecnología sino el uso que nosotros le damos.
Una paciente me dijo que el coronavirus es el virus de la verdad, pues se dio cuenta con quien contaba realmente en su vida. Aprendió a diferenciar entre sus distintas relaciones, quien ayuda, es solidario y quien desaparece en momentos de peligro y tensión.
Debido a la situación muchos negocios como salones de fiestas, hoteles, turismo, sufrieron duramente las consecuencias de la situación sanitaria. Algunas personas se reconstruyeron y empezaron a trabajar en otras áreas y otras se sumergieron en la frustración, queja y depresión.
Somos vulnerables, dejemos nuestro ego de lado. Según el diccionario de la RAE la persona vulnerable puede ser herida o recibir lesión, física o moralmente. No somos invencibles, tenemos la posibilidad de herirnos. El tema es qué hacemos, cómo reaccionamos frente a nuestra herida emocional.
Vulnerabilidad es el riesgo que se puede sufrir frente a peligros inminentes, sean ellos desastres naturales, desigualdades económicas, políticas, sociales o culturales. Como somos vulnerables sentimos impotencia ante ciertas situaciones, temores diversos, miedos a que algo salga mal, a al enfermedad, a perder el trabajo o seres queridos.
Preguntas conductoras
1º ¿Cómo resistes al virus?, ¿qué conductas nuevas adquiriste para protegerte y proteger a los otros durante la pandemia?
2º ¿Qué cambios atravesaste en lo laboral, social y afectivo?
3º ¿Qué nuevos aprendizajes adquiriste durante la situación sanitaria?
El 2020 fue un año de resistencia o resiliencia, eso depende de tus cambios personales, no de la pandemia.
Es psicoterapeuta gestáltica. Se dedica niños, adolescentes y adultos, y trabaja en el apoyo de padres. Implementó “terapia de alcance breve”, que en cinco sesiones trata temas concretos. Es conferencista y escribió varios libros.