La Nación (GDA)

El Día Mundial del Hijo del Medio se conmemora cada 12 de agosto, una jornada que tiene como objetivo principal recordar a estos miembros de la familia que a veces no reciben la misma atención que sus pares (o al menos sienten eso).

Si bien muchos organismos solicitan trasladar esta festividad al 2 de julio, ya que en años no bisiestos, marcan la mitad del año, la fecha en la que efectivamente se celebra fue impulsada en 1986 por Elizabeth Walker, de quien no se sabe mucho. Esta desconocida mujer creía que estos niños contaban con diferentes experiencias y beneficios en su entorno familiar y, por eso, deseaba brindarles más visibilidad dentro de sus hogares e eliminar las diferencias con sus hermanos.

Walker sostenía que, en familias numerosas, los hijos del medio podrían sentirse frustrados o excluidos por la competencia con sus hermanos, el apego de sus padres con los más pequeños y el rol del primogénito: cuestiones que podían provocar en muchos casos que no tengan el protagonismo que desean.

La International Middle Child’s Union trabaja por concientizar la figura de estos integrantes de la familia y brindarles mayor reconocimiento dado que, según precisan, estos hijos suelen recibir un 10 por ciento menos de atención que sus otros hermanos.

En el mismo sentido, muchos psicólogos establecen que el orden del nacimiento de un individuo afecta directamente a su personalidad, a su forma de relacionarse con otros y a su conducta en la vida en general.

Son muchos los estudios que diferentes profesionales han realizado para comprender cómo influye en alguien ser el hijo del medio en una familia.

Entro ellos está Teresa Moratalla, terapeuta familiar y secretaria del Colegio de Psicologia de Cataluña, España, quien dice que estas personas deben establecer su rol en la familia dos veces: al nacer y al dar la bienvenida a un hermano menor.

Muchas veces los hermanos del medio buscan diferenciarse de su hermano mayor y eso los lleva a adoptar diferentes cualidades que moldean su personalidad. Por ello, es común que -a simple vista- no tengan tantas similitudes con su familia, como con otros grupos sociales y de amigos.

A partir de este análisis, Moratalla establece tres cualidades que tienen en común muchos hermanos del medio:

Son independientes: nunca han recibido la totalidad de la atención de sus padres, por lo que aprenden desde temprana edad a ser autosuficientes.

Saben negociar: esto se debe a que, desde el momento en que nacen, se han visto obligados a ceder ciertos deseos y tratar con los de otros.

Son generosos: desde su primer día de vida, debieron compartir en muchos casos sus juguetes, habitaciones, ropa y atención, por lo que han aprendido a no ser egoístas.Por otro lado, el psicólogo estadounidense Frank Sulloway explica en su libro Rebeldes de nacimiento que muchos niños que nacieron entre hermanos deciden inconscientemente comportarse de manera disruptiva para acaparar miradas ya que no se sienten estelares en sus roles.

En el Día del Hijo del Medio se invita a todas las familias a crear actividades que sean del interés de estos niños, quienes muchas veces se conforman con los deseos de sus otros hermanos.