Ames o no el verano, es en esta temporada cuando debés poner mayor empeño en cuidar tu piel. El calor y la radiación llegan a su punto máximo y es necesario adaptar la rutina para minimizar los efectos del sol y protegerla ante posibles daños.

Con las recomendaciones de la dermatóloga clínica y estética, Patricia Chávez de Paz, te contamos una rutina de cuidados para mantener a tu piel feliz y sana durante todo el verano.

Con el incesante calor del verano, puede que quieras lavarte el rostro cada vez que sientas sudor durante el día, pero a veces menos es más. De acuerdo a la dermatóloga, lo recomendable es solo por la mañana y por la noche. La clave estará en la profundidad con la que lo realices.

Por las noches, realizar una doble limpieza removiendo restos de maquillaje y suciedad con agua micelar. Enjuagar y luego, con un jabón o limpiador sin detergente y acorde a tu tipo de piel, lavar todas las impurezas restantes del rostro.

Para estos días de calor, la importancia está en la hidratación (y no solo en la crema hidratante). La especialista recomienda apostar por el agua termal (en especial aquella que contenga ácido hialurónico). Es gentil, ligera y perfecta para dejar hidratada la piel antes seguir con tu rutina.

La exfoliación es vital para estos días en que el calor obstruye con más facilidad los poros con todo el maquillaje y las cremas que te aplicás en el rostro. La dermatóloga recomienda exfoliar la piel máximo dos veces por semana, porque si lo realizás más seguido, terminará secándose y perdiendo brillo.

Habiendo tantos sérums en el mercado, es importante que elijas los que tu piel necesita para protegerse en el verano. Apostá por los que contengan antioxidantes como la vitamina C. No creas en el mito de que utilizar esta vitamina en el día es perjudicial. De acuerdo a la especialista, es necesaria para nutrir la piel independientemente de la hora. Evitá usar sérums con ingredientes fuertes y despigmentantes como el retinol y en su lugar, apostá por aquellos que contengan niacinamida o ácido hialurónico, el hidratante estrella del verano.

La hidratación es fundamental en verano. Para no sobrecargar tu piel, opta por cremas hidratantes de composición ligera o en gel. La dermatóloga recomienda aquellas con ácido hialurónico, colágeno y elastina para hidratar y fortalecer tu piel.

Muchas veces nos enfocamos mucho en la piel del rostro y dejamos de lado los labios. Ellos también pueden salir perjudicados por el calor y la radiación. Por eso, la dermatóloga recomienda utilizar bálsamos de labios de doble acción: hidratación y protección solar.

Durante el verano, la aplicación del protector solar en el rostro debe ser durante todo el día y todos los días. Por eso, la especialista recomienda reaplicarlo (SPF 50+ será suficiente) cada dos horas si estás en interiores y cada una si estás en la playa o lugares con mayor exposición. Podés apostar por cremas de composición ligera para no sobrecargar tu rostro u optar por otras presentaciones más amigables con el maquillaje (en barra, en polvo y más). También, recordá que no solo debe ser contra protección ultravioleta, sino también luz azul.

Muchas veces, nos enfocamos tanto en la importancia de reaplicar el protector solar en el rostro que nos olvidamos de hacerlo en el cuerpo. Hazlo regularmente en las áreas expuestas al sol, en especial las manos. De acuerdo a la dermatóloga, puedes aplicar las tradicionales cremas u optar por aerosoles. Éstos serán más fáciles y rápidos de esparcir por todas las zonas necesarias.

Con tanto calor, puede que tu piel sude más de lo normal y quedes con todos los poros tapados si usas un maquillaje cargado. Evitá también que se corra llevando uno ligero.

Evitar las bases y cremas de alta cobertura y reemplazarlas por BB Creams y otros de textura ligera. Además, también se puede añadir un toque final de protección apostando por productos con SPF (o FPS), según la especialista.

Aunque tengas una rutina de cuidado completa y eficaz, de todas formas es necesario estar al tanto de lo que puede surgir en tu piel. La dermatóloga recomienda revisar las manchas inusuales periódicamente para evitar futuros problemas como quemaduras, melanomas o cáncer a la piel. Si no tenés antecedentes o familia con historial, podés acudir al dermatólogo una vez al año. De tenerlos, dos veces.

El Comercio (GDA)