Realeza
La monarca británica y sus herederos rindieron homenaje a los caídos en distintos eventos en Londres.
La reina Isabel II realizó una discreta visita a la tumba del Soldado Desconocido, anunciaron el sábado sus servicios, en un momento en el que el país homenajeará de este año de manera más sobria a sus soldados muertos en la guerra, debido a la pandemia de nuevo coronavirus.
La monarca, de 94 años, depositó esta semana un ramo en la tumba que se encuentra en la abadía de Westminster, en el corazón de Londres, para celebrar el regreso, hace 100 años, de este soldado desconocido fallecido durante la Primera Guerra Mundial, declaró el Palacio de Buckingham en un comunicado.
Compuesto de orquídeas y mirtos, el ramo se inspiraba en el que la Reina llevaba en su boda, precisa el comunicado, retomando así la tradición real instaurada por su madre, que había depositado sobre la tumba del Soldado Desconocido su propio ramo durante su boda en 1923, en homenaje a su hermano muerto en la guerra.
Desde el jueves, Inglaterra entró en un segundo confinamiento debido al resurgimiento del COVID-19, que ya ha causado más de 48.500 muertos en el Reino Unido.
Las conmemoraciones para honrar a los británicos muertos en combate, normalmente organizadas con gran pompa, se reducirán así este año, ya sea para el "Remembrance Sunday" (Domingo del Recuerdo), que tiene lugar cada segundo domingo de noviembre, o para el 11 de noviembre, celebrando el armisticio firmado en 1918 entre Alemania y los Aliados.
William y Carlos en el Cenotafio
La tradicional ceremonia de entrega de coronas de flores en el Cenotafio, en el centro de Londres, se celebró este año sin público ni desfile de veteranos, debido al resurgimiento del COVID-19, que ya ha causado más de 49.000 muertes en el Reino Unido.
Sin embargo, la mayoría de los servicios religiosos o ceremonias normalmente previstos para el "Remembrance Sunday" (Domingo del Recuerdo), celebrado cada segundo domingo del mes de noviembre, o para el 11 de noviembre, aniversario del armisticio de 1918, se celebran este año virtualmente o se han reducido drásticamente debido a la pandemia.
Inglaterra ha entrado desde el jueves en un segundo confinamiento, que limita las interacciones sociales y el gobierno ha pedido a los organizadores de eventos locales "desalentar al público de asistir", queriendo reducir las multitudes "al mínimo".
El domingo por la mañana, el príncipe Carlos, heredero de la corona, depositó sobre el Cenotafio una corona de amapolas, que convirtieron en símbolo de la memoria desde que estas flores rojas volvieron a crecer en los campos de Francia y Bélgica, donde murieron muchos británicos durante la Primera Guerra Mundial.
Su madre, la reina Isabel II, observó la ceremonia desde un balcón, después de haber ido, a principios de esta semana, a la tumba del soldado desconocido, donde la monarca de 94 años dejó un ramo similar al de su matrimonio.