Realeza
La reina Isabel II celebra este domingo 6 de febrero siete décadas a la cabeza de la monarquía británica.
Elizabeth Alexandra Mary Windsor, más conocida como la reina Isabel II, celebrará este domingo 6 de febrero 70 años en el trono del Imperio Británico.
El aniversario es un hecho sin precedentes dentro de la monarquía británica y se vincula con dos factores principales: la temprana muerte de su padre el rey Jorge VI y su longeva vida: el próximo 21 de abril cumplirá 96 años.
Sin embargo, la monarca no nació para ser reina. Cuando llegó al mundo en Londres, en 1926, la hija de los entonces duques de York era la cuarta en la línea de sucesión.
El siglo XX sacudió a la familia real en varias ocasiones. Isabel se convirtió en la heredera al trono tras la abdicación de su tío Eduardo VIII en 1936.
La muerte de su padre, Jorge VI (56), el 6 de febrero de 1952, cambió su futuro. A sus 25 años, Isabel recién casada y con dos hijos pequeños, se convirtió en reina.
La ascensión de Isabel se dio en tiempos turbulentos, cambios y crisis. En 1952, hacía tan solo 7 años que el mundo había dado por concluida la Segunda Guerra Mundial.
El Reino Unido atravesaba una etapa de reconstrucción, mientras las naciones se preparaban para tiempos modernos de liberación femenina, marchas estudiantiles y nuevas guerras para la OTAN.
Una joven reina, sin formación académica, fue haciéndose lugar en un mundo construido por y para hombres, donde en muchas ocasiones su autoridad fue cuestionada.
Sus siete décadas en el poder tuvieron de todo: crisis, huelgas, guerras, tragedias y, sobre todo, críticas. Isabel II se mantuvo firme como jefa de estado con el paso de los diferentes primeros ministros entre los que figuran nombres como Winston Churchill o Margaret Tatcher.
Los últimos 20 años del siglo XX fueron un desafío para la familia real. La apariencia perfecta comenzó a desmoronarse tras los fallidos matrimonios de tres de los hijos de Isabel II y Felipe de Edimburgo, incluido el de su heredero el príncipe Carlos y Lady Diana Spencer.
La muerte de la princesa de Gales en 1997 y la aparente frialdad de la reina la pusieron a ella —y su carácter— en el centro de la polémica una vez más.
La monarquía pasó por etapas duras al inicio del siglo XXI, los príncipes William y Harry llegaron a la adolescencia bajo un fuerte escrutinio de la prensa por sus vidas.
En 2018, el príncipe Harry contrajo matrimonio con la exactriz estadounidense Meghan Markle y eso se vislumbró como un signo de apertura y modernización de la realeza. El idilio duró poco y el nieto de la reina y su esposa se trasladaron a EE.UU. en plena la pandemia de covid-19, en medio de una polémica que incluyó acusaciones cruzadas de racismo y acoso por parte de Markle hacia miembros de la corona y de los funcionarios hacia la duquesa. La imagen de la reina, otra vez, se vio afectada.
En medio del drama, Isabel II perdió a su marido Felipe de Edimburgo, quien falleció a los 99 años en abril de 2021. Desde entonces ella reapareció en pocas ocasiones y, sobre finales de año, mucho se especuló sobre su salud porque, por prescripción médica, suspendió varios de sus viajes.
El 2022, la polémica, ahora en torno a las vinculaciones del príncipe Andrés en la trama Jeffrey Epstein y las acusaciones de abuso sexual, opacan lo que debería ser una gran celebración para la monarquía británica.
Este domingo serán 70 años al frente de su nación, pero las grandes fiestas llegarán recién en junio, durante el verano boreal.