Virales

Escritos hace cientos de años, incluso siglos, los cuentos clásicos encierran entre sus páginas modelos sociales e ideas de sociedades arcaicas, muy distantes a las cotidianas. Mejor dicho, a la realidad prepandémica. Como tarea, una nena de seis años recibió una consigna puntual: crear un final alternativo al de la historia de La Bella Durmiente (1634). Su versión sorprendió en las redes sociales por dar cuenta de la importancia del consentimiento.

A través de su cuenta de Twitter , la madre de la nena compartió una foto de un diálogo final entre la princesa y el príncipe. "La princesa despierta al ser besada por el príncipe, se enoja y lo echa, pues no hay que besar a nadie sin su consentimiento. '¿Quién eres y por qué me besás?'", se puede leer en el dibujo que muestra a la princesa con un gesto de reprobación.

La publicación rápidamente se volvió viral: en menos de tres horas recibió 47.000 Me Gusta y tuvo más de 6000 retuits y un sinfín de mensajes.  Mensajes positivos, negativos, algunos que acompañaban la madurez de la creación y otros que la ponían en duda.

Muchos de los comentarios resaltaron la importancia del aprendizaje de la nena sobre qué es el consentimiento en una relación de pareja. Otros destacaron la calidad de su grafía y la capacidad de mantener las letras sobre el renglón a una edad tan temprana.

Hubo quienes, sin destacar la enseñanza de la nena, cuestionaron el término 'cría' que la madre utilizó para referirse a su hija. En la misma línea, algunos pusieron en duda que se tratara de una creación de la menor.

En el primer cumpleaños de su hija, los reyes invitan a siete hadas madrinas para que le brinden sus dones a la pequeña. No invitada a la fiesta, una octava y poderosa hada malvada irrumpe y lanza una maldición contra la princesa: al cumplir 15 años, se pincharía un dedo con un huso y moriría.

Para mitigar ese hechizo, una de las hadas logra suavizar el efecto y establece que a la edad mencionada la niña se pinchará y dormirá durante un siglo. Desesperados, los reyes prohíben los husos y todas las ruecas de hilar en el reino y los mandan quemar a la hoguera.

Más allá de la previsión, quince años más tarde, la princesa se pincha el dedo en una rueca que utilizaba una anciana en una torre del castillo y cae dormida. De ahí, el nombre del cuento, La Bella Durmiente.

El sueño se propaga en todos los habitantes del reino y la historia concluye con el príncipe que llegada al castillo, besa a la princesa y pone fin al hechizo.