Bienestar
En su columna semanal, nuestra nutricionista de cabecera, Lorena Balerio, cuenta qué falsas creencias hay alrededor del estado posterior a una noche de exceso de alcohol
Ya venimos hablando de diciembre como el mes donde no solo tenemos las tradicionales fiestas, sino que se suman las juntadas de amigo invisible, despedidas de trabajo, compañeros de gimnasio, padres de colegio y el resto de las combinaciones que se te ocurran. Y con eso puede que se nos vayan de las manos las copas que tomamos. En el momento no pasa nada pero al otro día aparece la tan famosa “resaca”.
¿Qué entendemos por resaca? Esta incluye todos los síntomas que aparecen el día después del trasnoche: la sed desmedida, esa sensación de "boca pastosa", el aliento de dragón y el infaltable dolor de cabeza, esa sensación de estómago revuelto, descomposturas, cansancio y fatiga desmedida, que no tienen que aparecer todos juntos incluso algunos aparecen progresivamente, pero al menos siempre hay uno que está.
Actualmente existen más estudios científicos sobre el tema, pero no podemos dejar de lado esa cultura popular que rodea a la resaca, todo el mundo tiene el remedio del tío que no falla, y aún permanecen diversos mitos muy arraigados sobre ella. Veamos con un poco de nutrición y humor esta lista de mitos resaqueros.
Una copa de alcohol y una de agua: Verdadero
Este debería ser el principal consejo antes de la salida número 8 del mes de diciembre: intercalar agua con el alcohol que estas tomando le da tiempo al organismo, permitiéndole metabolizar mejor el alcohol, que si estas modo canilla libre.
Si bien el solo hecho de tomar agua no va a hacer que al otro día no tengas resaca, es muy importante tener en cuenta la velocidad en que tomas. Existe una teoría que la resaca se genera producto de deshidratarnos, esto se cree por el gran efecto diurético del alcohol, el cual se multiplica con el consumo excesivo, pero no es la causa principal ni el origen de la resaca del día después.
Tome muy rápido: Verdadero
Como te decía anteriormente, podés tomar agua en el medio de la ingesta de alcohol, pero si tomás 4 tragos en una hora el efecto va a ser igual de fuerte o peor aún que el que va tomando a la largo de la noche.
Nuestro hígado es el principal metabolizador de lo que entra al cuerpo, es nuestro primer filtro, así como se satura redticket al sacar una entrada si todos se conectan a la vez, al hígado le pasa igual: si lo saturas de alcohol rápidamente no le das tiempo a filtrar lo que ingerís.
Resultado: a la hora ya estas modo corbata en la cabeza. Cuanto más rápido se absorbe el alcohol en el torrente sanguíneo, más rápido llega al cerebro, y peor será tu resaca.
El café termina la resaca: Falso
¿Quién no se tomó una taza de café bien cargada para arrancar para la oficina, post noche de copas? Se cree que el café corta la resaca pero esto es falso, el café no la corta produce un falso encantamiento.
Si bien tras ingerir la cafeína del café nos sentimos más atentos, y disminuye la alteración cognitiva ligada a la borrachera, realmente no desaparece ni la fatiga ni acelera la recuperación, es solo sensación de falso bienestar.
Grasa y harinas para la comilona del día después: Falso
Si, más de uno se levanta el día después con un apetito voraz que suele inclinarnos por comidas hipercalóricos, chatarras y ultraprocesados, incluso cuando volvés del trasnoche atacas lo que quedó sobre la mesada antes de ir a dormir.
Esto es normal. Llegás con niveles de glucógeno bajos y necesitas subirlos rápidamente, el tema es que al elegir alimentos con carbohidratos pero alto contenido graso a la larga te trae el efecto secundario de las grasas, dolor de estómago, descompostura incluso vómitos. Esto se debe que la mucosa gastrointestinal ya se encuentra irritada por el intento de absorción de alcohol, una irritación que puede empeorar cuando aparte hay que absorber alimentos extremadamente grasos y farináceos.
El alcohol mata neuronas: Verdadero y Falso
Esa sí que es frase de la abuela cuando te veía al mediodía sentarte a la mesa. Y la realidad es que no es ni un si, ni un no.
Si bien el alcohol por sí mismo no mata neuronas en una noche, solemos confundirnos con las lagunas que aparecen o la falta de memoria, que se ocasionan por el mal funcionamiento del sistema nervioso y como se fijan los recuerdos.
Las faltas de memoria no es por la metralleta asesina de cerveza sino a un mal funcionamiento de la fijación de recuerdos. Y para no tildar a la abuela de extremista aclararte que si el alcohol puede lesionar las conexiones neuronales cada vez que se producen excesos, por eso es que a largo plazo el alcohol en exceso aumenta el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas.
Modo potus todo el día: Falso
Tras una noche de copas, muchos se levantan de la cama al baño, a comer y al sofá y ese es el circuito que repiten todo el día.
La fatiga y cansancio del día después sería ideal cortarlo con una salida al aire libre. El alcohol se elimina por la orina y por el aliento, si nos movemos activamos la circulación y mejora así el ritmo respiratorio obviamente, tomando agua mucha agua, para eliminar los excesos etílicos por la otra vía.
Una copa el día después: Falso
Este es un mito arraigado de generaciones pasadas. No existe alimento ni bebida antiresaca, pero el beber alcohol de nuevo no va a hacer desaparecer la resaca, al contrario va a hacer que demore más en irse.
Lo que si es importante aclarar es que nuestro sistema gastrointestinal queda malherido post noche de copas, por eso siempre es preferible inclinarnos por alimentos livianos, frescos, de fácil digestión, tenemos la maquina a media velocidad, por lo que lo mejor que podemos hacer por ella es no cargarla de comidas pesadas, priorizar las carnes blancas a las rojas, aumentar las frutas y verduras, así como jugos, líquidos o sopas sería lo ideal para nuestro sistema digestivo maltrecho.
Sería muy aburrido de mi parte decirte que lo mejor es no tomar, pero realmente no existen alimentos milagrosos preventivos de la resaca, como le digo a mis pacientes en diciembre y todo el año: ¡Relajo con orden!