Realeza
La propuesta de los duques de Sussex sorprendió a los funcionarios del Palacio de Buckingham y no fue tan bien recibida.
El príncipe Harry y Meghan Markle tienen ganas de acercarse a la corona británica y, por esa razón, ofrecieron presentar a su pequeña hija Lilibet para que la reina Isabel II conozca a su bisnieta.
A pesar de las supuestas fracturas entre los duques de Sussex y otros miembros de la familia real británica, Harry y Meghan seguirían manteniendo buenas relaciones con la monarca.
Diversos medios ingleses informaron que existieron varias llamadas para recomponer las relaciones entre los padres de Archie y Lilibet, y la reina, luego de las repercusiones por las polémicas declaraciones que hizo la pareja en la entrevista que concedieron a Oprah Winfrey.
Los duques de Sussex preguntaron a la reina si les concedía permiso para volar a Inglaterra para que la monarca pudiera conocer a Lilibet, quien tiene cuatro meses.
De concretarse, este sería el tercer regreso de Harry al Reino Unido, y el primero de Meghan desde que la pareja renunció a los deberes de la corona británica en marzo del año pasado.
Según informó el periódico The Sun, una fuente interna del Palacio de Buckingham aseguró que Harry llamó por teléfono a sus parientes para preparar el bautismo de Lilibet, y el castillo de Windsor está considerado como uno de los posibles lugares para la celebración.
La misma fuente real reveló al diario inglés que los cortesanos están “sorprendidos por el descaro” de la solicitud de Harry para ver a Su Majestad. “Los duques de Sussex hicieron esta oferta, pero mucha gente está sorprendida por el atrevimiento de la misma. Puede que quieran realmente ver a la reina, pero es insolente teniendo en cuenta lo que le han hecho pasar este año”, aseguró.
“El personal de Su Majestad todavía no ha respondido a la solicitud. De hecho, también se ha discutido sobre la Navidad y si se debería enviar una invitación a Harry y Meghan, después de que la rechazaron el año pasado”, indicó esta persona cercana a la familia real.
En el mismo sentido, añadió que la reina está muy encariñada con el príncipe Harry y le encantaría tener la oportunidad de ver a sus bisnietos Archie y Lilibet. Sin embargo, desconoce si pidieron permiso a la reina para usar su apodo para nombrar a la pequeña que nació en junio.
Y agregó que aunque Isabel II puede “estar encariñada” con su nieto, es posible que responda con un “insulto” al próximo libro revelador que publicará la pareja.
Además, diversos expertos de la realeza informaron que el príncipe Harry a pesar de las tensiones que tiene con su hermano, el príncipe William, y su padre, el príncipe Carlos, siempre mantuvo una fuerte relación con la reina al insistir que sigue siendo su “comandante en jefe”.
Por el contrario, Ingrid Seward, editora de la revista Majesty, indicó que no veía a los duques de Sussex asistiendo a las celebraciones por el aniversario de diamante de Su Majestad que se celebrará en Londres el próximo año. La periodista manifestó que Isabel II no reaccionará ante esa situación porque “estaría haciéndoles el juego a Harry y a Meghan”.
Seward contó que, cuando los duques de Sussex se apartaron de las obligaciones reales el año pasado, la noticia había “sorprendido” a la reina, pero Harry siempre insistió en que tiene demasiado respeto por su abuela como para tomar cualquier decisión sin consultarla.
Durante la explosiva entrevista que los duques de Sussex concedieron a Oprah Winfrey, la reina fue uno de los pocos miembros de la familia real que se salvó de las críticas del príncipe Harry. Allí, el menor de los hermanos criticó al príncipe William porque estaba “atrapado” por el sistema real y afirmó que su padre, el príncipe Carlos, lo había abandonado financieramente.
Desde que los padres de Archie y Lilibet se marcharon de Reino Unido a principios de 2020, Harry solo regresó dos veces: para el funeral del príncipe Felipe en abril y para la inauguración de una estatua en honor a su madre, Lady Di, en julio.