Realeza
El hijo mayor de la reina Isabel II ya tiene en mente algunos planes para el día en que ascienda al trono británico
Dos mudanzas se concretarán cuando el príncipe Carlos asuma como rey: el y su esposa, Camilla, se instalarán en el Palacio de Buckingham mientras que su hijo William se mudaría al castillo de Windsor junto a su familia.
La noticia, dada a conocer por el Daily Mail, sorprende porque, en el último tiempo, se había dicho que ningún miembro de la familia real viviría allí, sino que aquella residencia se convertiría en un “centro de trabajo” para la monarquía, abierto al turismo.
De todos modos, según informó dicho medio, el príncipe de Gales considera que Buckingham debería ser su hogar dado que se trata del “símbolo visible de la monarquía” en Londres. De hecho, una fuente reveló que “no hay dudas al respecto” y que el futuro rey considera que “se necesita un monarca en el cuartel general de la monarquía”. Sin embargo, solo se mudará allí una vez que se convierta en rey, mientras tanto seguirá viviendo en Clarence House, donde actualmente reside junto a su esposa, Camilla, duquesa de Cornualles.
“El Palacio seguirá siendo un centro de trabajo y entretenimiento, y también estará abierto a los visitantes. Es una atracción turística de gran importancia”, explicaron al medio inglés. Y añadieron: “El príncipe aún puede vivir allí, como lo hace en Highgrove, que también está abierto al público”.
El año pasado, tras el fallecimiento del príncipe Felipe, la prensa británica informó que la reina Isabel II -quien recientemente cumplió 70 años de reinado- no volvería a vivir en el Palacio de Buckingham y que se instalaría de forma permanente en el Castillo de Windsor, donde permaneció junto a su difunto esposo desde que estalló la pandemia en 2020.
Buckingham tiene 775 habitaciones y ha sido la residencia oficial de los monarcas británicos desde 1837, en tiempos de la reina Victoria. El edificio es el centro de un plan de renovaciones valuado en 369 millones de libras esterlinas que abarca obras de plomería, electricidad y calefacción, entre otras.
Cada año, las instalaciones reciben a casi 100 invitados, además de los 15 millones de turistas que se acercan hasta sus puertas para obtener un vistazo de cómo vive la familia real británica.