REALEZA

la nación / gda

Una vez más, el príncipe Harry está en problemas. Pero lo nuevo es que esta vez no es con su familia paterna sino con su propia esposa.

Es que el duque de Sussex asistió, vestido de cowboy, al Stockyards Rodeo en la ciudad texana de Fort Worth. Dicen que fue de incógnito pero su presencia fue captada y subida a las redes.

El hecho de que asistiera a un evento de estas características sorprendió bastante, más aún considerando que Meghan es una firme defensora de los animales. De hecho, un asistente le explicó al Daily Mail lo extraño que le resultó verlo allí: “Es un evento estadounidense por excelencia, donde los animales están allí para actuar frente al público”. Lo raro también es que el príncipe haya viajado sin Meghan y sin sus hijos, Archie y Lili, a pesar de que se trata de un evento donde es normal ver que asistan familias enteras.

Su ausencia indica, según los medios ingleses, que ella cree que no es un lugar adecuado ni para sí misma ni para los pequeños. La duquesa, además, es madrina de una organización benéfica que protege a los animales, llamada Mayhew Trust, con sede en Londres. “Estamos encantados de que la duquesa comparta nuestro compromiso de mejorar la vida de los animales y las personas en el país y en el extranjero, y estamos muy emocionados de marcar una diferencia real para los perros, los gatos y las comunidades”, dicen en su web.

Por otro lado, ella fue justamente la responsable de apartar al príncipe de ciertas actividades tradicionales de la familia real británica como la caza del zorro. De hecho, antes de abandonar el Reino Unido, se deshizo de dos rifles Purdey como señal de su compromiso de abandonar definitivamente esas prácticas. Con estas referencias pasadas, y aunque el rodeo no tiene nada que ver con la caza, la presencia de Harry en el Stockyards Rodeo durante el fin de semana pasado no deja de resultar algo contradictoria.

Las críticas que está recibiendo en el Reino Unido por formar parte del rodeo se unen a otras que se relacionan con su vida familiar. Se comenta que Isabel II está desesperada por conocer a su bisnieta, que pronto cumplirá diez meses. Así lo reveló el escritor especializado en realeza, Brian Hoey: “Escuché de personas que conozco dentro de la Casa Real que a la reina le gustaría desesperadamente ver al bebé. Le encantaría, pero me pregunto si va a suceder, me encantaría pensar que podría…”.

Sin embargo, el príncipe se niega a viajar a Inglaterra si no dispone de la protección policial necesaria y, de hecho, ha anunciado que emprenderá acciones legales contra el gobierno del Reino Unido por su negativa a ofrecer este servicio y por no permitirle pagar la seguridad de su propio bolsillo.