SALUD MENTAL

Relaciones virtuales: ¿cómo el ghosting afecta la salud mental?

Nadie está obligado a permanecer en una relación, sea virtual o física, pero los expertos destacan la importancia de que todos los involucrados conozcan las reglas del juego.

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Redes sociales

En base a O Globo (GDA)

“La responsabilidad afectiva es saber que lo que hacemos tiene consecuencias en la vida de quienes nos rodean. Detrás de una pantalla hay alguien que sueña, que vive, que anhela, que espera, que desea y que ya ha sufrido. Cuidar y ser cuidado es la acción esencial del amor visto como saludable”. El post que triunfó en las redes sociales es de Alejandro Schujman, psicólogo argentino especialista en familia.

Desaparecer, no responder o bloquear directamente a alguien sin previo aviso en las redes se conoce desde hace tiempo como “ghosting”. Los psicólogos admiten que la tecnología solo ha acelerado y facilitado lo que ya existía en el mundo real.

La acción de desaparecer sin ninguna explicación va de la mano de la irresponsabilidad emocional, de no tener en cuenta los sentimientos del otro.

Es consenso entre los expertos que el crecimiento generalizado de los contactos virtuales, muchas veces con personas desconocidas, facilita la posibilidad de “desaparición”, situación que se da no solo en las relaciones afectivo-sexuales sino también en los lazos de amistad y de trabajo.

Sin la obligación de mostrar su cuerpo y su rostro, muchas personas se sienten libres de actuar desde una especie de anonimato, evalúa la psicóloga Claudia Ghersevich.

"Es más fácil desconectarse del otro, y también es una forma de desconectarse de lo que movilizaría a la persona para enfrentar el conflicto. Es una manera rápida de terminar algo con lo que no querés lidiar. Desaparece el contacto, desaparece el conflicto", refuerza el experto, aclarando que esa decisión de desaparecer es consciente.

El psicólogo Fabio Calvo confirma que, aunque quienes “desaparecen” de una relación han existido “toda la vida”, la tecnología hace que estas acciones sean más “evidentes y virales”.

Calvo atribuye estos comportamientos a quienes se mueven socialmente con “desapego o apego mal aprendido” y coincide en que las personas pueden actuar por miedo, por no atreverse a decir las cosas directamente al otro, pero advierte que eso podría lastimar a alguien.

"La comunicación está más despersonalizada, la multiplicidad de canales virtuales habilita una dosis de crueldad que no necesariamente significa que haya más gente mala, sino que son tiempos de amor cobarde, de miedo al compromiso", dice Alejandro Schujman.

"La mayoría de la gente sufre cuando las cosas acaban sin explicación, cuando las situaciones quedan sin una resolución clara. Este tipo de actitud es perjudicial y si la persona que sufrió el "ghosting" está en un momento de baja autoestima, es aún peor", refuerza Ghersevich.

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Ghosting

El término fue utilizado por primera vez en 2014 por la actriz cómica Hannah Vander Poel, quien, contando su experiencia personal en YouTube, definió “ghosting” como el “hombre perfecto que promete todo antes de desaparecer como un fantasma”. Tres años después, el concepto se incluyó en el diccionario Merriam-Webster (que es una referencia) y comenzó a ser aceptado en todo el mundo.

Con el tiempo, al ghosting se le sumó la idea de “orbitar”, es decir, la misma persona que desapareció y ya no hace contacto, sigue siguiendo las redes sociales de la otra abandonada. Una combinación considerada fatal.

Los expertos señalan que nadie está “obligado” a permanecer en una relación, pero señalan que es importante que todos los involucrados conozcan las reglas del juego.

El psicólogo Alejandro Schujman sostiene que si un vínculo termina, debe haber un cierre. Es la manera de estar en paz. Tenemos que empezar y terminar los pasos.

Ghersevich afirma que, en general, las mujeres son las que más asumen el comportamiento de esperar y creer que el otro va a cambiar. "Entonces no hay cambio posible, porque no hay empatía. Puedo elegir no estar en una relación con la otra persona, pero debo tener cuidado de cómo lo manejo. El problema no es la emoción, sino el manejo de la misma", resume , distinguiendo que ghosting no es sinónimo de dejar una situación para pensar, de no hablar con enfado o de "tener perspectiva".

También señala que, en la comunicación digital, no hay que imponer un ritmo único, sino entender que no todo el mundo responde al instante, que hay quien desconecta los fines de semana. La respuesta retrasada no es efecto fantasma.

Hay quienes repiten sistemáticamente la “desaparición” y es ahí donde los expertos señalan que hay una falta de responsabilidad emocional. "Es no entender cómo mis acciones impactan en los demás", dice Ghersevich, recordando que el filósofo y escritor chileno Humberto Maturana habló de tres derechos humanos: cometer errores, abandonar un lugar y cambiar de opinión. "Están ahí, esforzándose, pero cuidando al otro, siendo claros", agrega.

No hay una guía para evitar el ghosting, pero Calvo señala que la actitud es más frecuente si el contacto es solo virtual. "Es importante conocerse en su entorno natural, sus amigos, su contexto. La relación va más allá del individuo, incluye vínculos y esto es muy importante", alerta.

Redes sociales

Schujman agrega que el diálogo es otro factor que puede guiar el progreso de una relación. Señala que si una persona adopta actitudes de fantasma, tiene que revisar su propio modelo de relación y analizar si tiene terquedad o expectativas excesivas.

"Lo más doloroso para quien sufre ghosting es sentirse invisible para la otra persona. Actuar con responsabilidad afectiva implica no dejar al otro con la inconclusa y la incertidumbre. Los que están bien pueden cerrar más rápido esa historia, si no, hay rumiación y el duelo es más difícil", dice Ghersevich.

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