REALEZA
El nuevo monarca del Reina Unido tiene una condición a la que se denomina genéricamente como dactilitis, una tumefacción difusa de un dedo.
Los dedos del Rey Carlos III han llamado la atención en los últimos días. Es que si se mira su mano con atención, se nota la inflamación y hasta el enrojecimiento, a pesar de que su funcionalidad parece ser normal.
Si bien se desconoce de manera específica un diagnóstico, de acuerdo con la revista Reumatología Clínica esta condición se denomina genéricamente como dactilitis, la cual se define como una tumefacción difusa de un dedo del pie o de la mano.
Esta tumefacción de las partes blandas de un dedo impide, en algunas ocasiones, reconocer si éste presenta sinovitis de las pequeñas articulaciones que se caracteriza por una inflamación que puede ser aguda en cuyo caso se acompaña de dolor o puede ser crónica, cuando la tumefacción del dedo no se acompaña de molestias.
Según la publicación, “a día de hoy no se sabe si estas dos formas constituyen fases evolutivas de un mismo proceso o bien son manifestaciones clínicas diferentes y, en consecuencia, con diversas fisiopatologías”.
Esta afección también se ha relacionado con procesos inmunitarios, específicamente con alteraciones de tipo autoinmune y procesos artríticos.
De igual forma, está vinculada con algunas alteraciones en las células sanguíneas, infecciones o incluso reacciones de tipo alérgico con manifestaciones sistémicas, sin dejar de lado que en algunas personas mayores los cambios de temperatura pueden promover alteraciones en el manejo de los líquidos y electrólitos en el cuerpo que se manifiestan con hinchazón.
En síntesis, la dactalitis evidente que presenta Carlos III puede tener causas diversas, las cuales se desconocen y, en tal sentido, de acuerdo con los expertos, no se puede hablar de pronóstico ni especificar un tratamiento.