Luego de alejarse de las redes sociales por el bien de su salud mental, Selena Gomez volvió con todo el ímpetu y oficialmente sobrepasó a Kylie Jenner convirtiéndose en la celebridad femenina más seguida en Instagram.
En el 2019 ya ostentó este título pero fue eventualmente sobrepasada por Ariana Grande y Jenner.
Ante la reciente noticia, miles de sus seguidores empezaron a llamarla “la reina de Instagram”. Aunque, irónicamente, la única manera en que Selena pudo volver a triunfar en esta red social es tomándose un respiro de ella.
En una entrevista que tuvo hace unos días con el medio Vanity Fair, la fundadora de Rare Beauty reveló que la única red social que tiene descargada en su celular es Tik Tok, donde amasa más de 47 millones de seguidores con vídeos que oscilan entre los 6 y 90 millones de vistas.
“La gente me puede llamar fea o estúpida y yo digo ‘como sea’. Pero estas personas entran a detalle. Escriben frases tan específicas e hirientes. Yo lloraba constantemente. Tenía ansiedad… No podía seguir haciéndolo. Era una perdida de tiempo”, reveló en referencia al constante acoso de trolls y haters en la red social.
A pesar de todo, recalca que también experimenta cosas hermosas como conectar con sus fans. Y aunque Selena se siente orgullosa de las historias que comparte con ellos, asegura que el mejor método para no dejarse absorber también por los malos comentarios es el nuevo sistema con el que ahora lidia con Instagram. Sus asistentes trabajan como una barrera entre ella y todos los comentarios que recibe, por lo que, a manera de filtro, solo llegan a ellas los que son positivos.
Selena Gomez se convirtió en una estrella de fama mundial desde una edad muy pequeña, por lo que no tuvo la oportunidad de aprender a lidiar con los comentarios en línea de forma saludable. “Atravesé tiempos difíciles en una ruptura y no quería ver nada sobre el tema. No necesariamente sobre la relación, sino de opiniones sobre mí versus alguien más. Había miles de buenos comentarios, pero mi mente iba directo a los malos”, explica.
El Comercio (GDA)