CON LOS HIJOS
Lo ideal es que los niños no consuman dulces ni creen el hábito de comerlos seguido; es importante que desde pequeños, aprendan a llevar una dieta saludable.
La alimentación es fundamental para el desarrollo de los niños. Pero más allá de la infancia, es muy importante que en esa etapa aprendan a llevar una vida saludable y una dieta balanceada para el resto de la vida, de manera de reducir el riesgo de enfermedades como la obesidad.
Dependiendo de la edad, existen algunos lineamientos que guían a los padres para que sepan cómo nutrir a sus hijos. De allí que, durante los primeros seis meses de vida, solo se alimente al bebé con leche materna y poco a poco se introduzcan nuevos sabores y texturas.
De acuerdo con la Universidad de Harvard, el momento cuando los bebés empiezan a comer alimentos sólidos es la oportunidad perfecta para influir en sus gustos e inculcarles una dieta rica en frutas, verduras y alimentos naturales con abundantes vitaminas y minerales.
"Comer alimentos variados mantiene nuestras comidas interesantes y llenas de sabor. Además, es la clave para una dieta sana y balanceada, pues cada alimento tiene una combinación única de nutrientes: tanto macronutrientes (carbohidratos , proteínas, y grasa) como micronutrientes (vitaminas y minerales)", explica la guía de alimentación para niños de la institución educativa.
¿Qué alimentos no debe comer un niño?
Según Harvard, lo ideal es que los niños no ingieran, por ningún motivo, bebidas azucaradas, dulces, comida chatarra y alimentos procesados, pero si lo hacen, que sea esporádicamente. Eso sí, no deben consumir azúcar o alimentos con azúcar añadida antes de los dos años.
¿Por qué? La razón es sencilla. "No tiene valor nutricional, por lo que son calorías realmente vacías, y el hábito del azúcar es uno de los muchos hábitos poco saludables que pueden ser difíciles de romper", subraya la universidad.
A medida que crecen, es importante seguir motivándolos a llevar una vida saludable, por lo que se debe tener especial cuidado con la ingesta de azúcar, grasas saturadas y sodio.
Cabe resaltar que la comida chatarra no es saludable y, aunque no puede prohibirle su consumo a los niños, sí puede enseñarles a reemplazarla por productos nutritivos y evitar que los alimentos procesados se vuelvan sus favoritos.
Por ejemplo, reemplace las gaseosas y jugos por agua o leche descremada, las frituras por ensaladas y los snacks por frutas.
¿Qué alimentos sí deben comer los niños?
Los niños necesitan recibir todos los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo. Para ello, cada vez que vaya a preparar la comida de su hijo, tenga en cuenta que la mitad del plato debe estar lleno de frutas y verduras, mientras la parte restante debe tener granos y proteínas saludables.
Estas son otros consejos de Harvard:
- Mientras más variedad de vegetales tenga la dieta del niño, mucho mejor.
- Las papas fritas no cuentan como un vegetal o una verdura, pues se transforman en azúcar en la sangre.
- Dele a su hijo frutas enteras o rebanadas, evite los jugos y batidos. En ese sentido, lo más recomendable es limitar estas bebidas a 1 vaso al día y solo si es de fruta natural.
- Integre a la dieta de su pequeño granos enteros o integrales como el trigo integral, el arroz integral y la quinoa.
- Una excelente opción de proteína vegetal son las leguminosas, los guisantes, las nueces y las semillas. Pero también puede incluir proteínas como el pescado, el huevo y la carne de aves.
- Prefiera el uso de aceites vegetales en sus preparaciones como el de oliva extra virgen, el aceite de canola o de maíz. Limite el consumo de manteca.
- En cuanto a las bebidas, el agua debe ser la principal, pero también incluya la leche sin sabores y el yogurt natural.
Por su puesto, es fundamental que promueva la actividad física en los niños.
Según la OMS, desde los 5 y hasta los 17 años, todos debieran tener al menos 60 minutos diarios de actividad física en la semana.