VIDA ADULTA
“Ya deberías tener casa propia y un trabajo estable” o “Ya debés ser madre” son algunos de los mandatos que hacen de llegar a los 30 un momento de gran presión social.
En pleno 2022, ya no podés seguir dejándote llevar por algunos mitos que solo hacen que veas el paso del tiempo como una maldición irreversible. “Al llegar a los 30 años te despides de tu juventud”, por ejemplo, es una frase que debería quedar en el pasado.
Llegar a los 30 debe ser, como en todas las demás etapas, motivo de conmemoración. Tu edadno limita quién sos ni qué sos capaz de hacer, así que es hora de derribar esa barrera mental que te impide disfrutar plenamente la llegada a esta magnífica edad.
“Ya estás en la mitad de la vida”
De hecho no. Investigaciones actuales demuestran que la esperanza de vida de la mujer aumentó. En Uruguay el promedio es de 80 años, según datos del Ministerio de Desarollo Social. Por eso, tranquila. No estás en la mitad de la vida y tampoco debes obsesionarte con alcanzar ciertas expectativas o idealizaciones de lo que debería haber logrado una mujer a tu edad. La psicóloga Stace Ramírez recomienda soltar estas ataduras y enfocarte en el presente y las metas que tu misma te hayas puesto.
“Es difícil (o imposible) que encuentres el amor con alguien sano y estable”
Esto es totalmente falso. Para el amor no hay edad y mucho menos un límite cuando se trata de encontrar a alguien que valga la pena. Estás en la mejor etapa de tu juventud para explorar y descubrir que sí, hay personas buenas, sanas y dignas de tu amor. Por eso, debes desterrar de tu cabeza esas ideas extremistas (que te quedarás sola por siempre o que debés conformarte con cualquiera, aunque no sea bueno para ti). Stace Ramírez, remarca que lo más importante sos tú y tu estabilidad emocional. De nada servirá que inicies relaciones poco sanas por el temor a quedarte sola. “Una persona herida va a herir a otra”, así que tomate todo el tiempo del mundo para experimentar el amor que merecés.
“Ya deberías tener casa propia y un trabajo estable”
Tu autoestima y valía no están determinadas por los bienes materiales o los logros profesionales que hayas acumulado. El hecho de que estés en el umbral de la adultez no quiere decir que ya debas tener tu vida resuelta. Colocarte expectativas y demandas imposibles de realizar a tu corta edad puede ocasionar frustración y tristeza. “La vida es un constante aprendizaje de subidas y bajadas”, comenta Ramírez.
“Ya deberías casarte”
La presión de que debés cumplir con ciertos requisitos para encajar en la sociedad puede afectar tu bienestar y estabilidad emocional. Tu valor o felicidad no dependen de otra persona. Si te encuentras en una relación (seria o no), bien por ti. Si no, bien por ti también. No te dejes llevar por la arcaica idea de que el matrimonio es la única forma de demostrar que sos una mujer exitosa y feliz. Las etiquetas no te definen, así que siéntete orgullosa del rumbo que está llevando tu vida.
“Es más peligroso quedar embarazada”
Es cierto que la cantidad de óvulos disminuye a medida que envejeces, pero embarazarte a esta edad no supone peligro alguno. De acuerdo a la ginecóloga Corina Hidalgo, incluso hasta los 35 años podés ser considerada una gestante normal y sin factores de riesgo asociados a la edad, así que a estar tranquila y planificar con calma la llegada de una personita a tu vida.
“Ya debes ser madre”
Falso. La creencia que tener hijos es un logro que debés alcanzar a esta edad está desfasada. Tú sos dueña de tu propia vida, de tu propio camino y de las personas que incluyes en él. Si bien la maternidad puede traer alegría a tu vida, un hijo no te define como mujer y mucho menos cuando sos joven, así que ya es hora de que te deshagas de temores (y presiones) que solo ocasionan sensaciones negativas en ti como estrés, ansiedad e incluso, depresión, de acuerdo a Ramírez. La única que puede elegir si quiere o no ser madre, sos vos.
“Ya no puedes vestirte como te da la gana”
Para la moda no hay edad y mucho menos para el estilo propio, recuerda a la icónica fashionista Iris Apfel, quien a sus 100 años no pierde el excéntrico, colorido y característico estilo que la posicionó como una de las mujeres más influyentes en el mundo de la moda. Llegar a la adultez no quiere decir que tengas que bajarle la intensidad y brillo a tu forma de vestir, al contrario, trae un nuevo abanico de oportunidades para demostrar tu personalidad a través de tu estilo.
“Tu piel envejece más rápido”
A esta edad, el envejecimiento de la piel no se vuelve un proceso acelerado, sino que recién empieza a manifestarse. La dermatóloga Patricia Hidalgo, señala que el estilo de vida influye mucho en la salud visible de tu piel; ya que si no la proteges, las arrugas y otros signos de expresión se muestran con mayor facilidad y son más difíciles de paliar si no incorporas el cuidado de la piel en tu rutina diaria.
“Engordás con facilidad y te cuesta ejercitarte”
No necesariamente. Es lo más natural que tu cuerpo gradualmente pierda elasticidad muscular y atraviese cambios hormonales a medida que envejezcas, pero eso no definirá tu estado físico a esta edad. De acuerdo a la fitness coach y entrenadora Valeria Martínez, depende de tu estilo de vida.
Por eso, en lugar de verlo como un tope desde donde empiezas a caer en picada, debés verlo como una nueva oportunidad para empezar a moverte y preocuparte no solo por tu aspecto, sino por tu salud física y mental porque al fin y al cabo se trata de tener determinación y estar motivada a llevar un estilo de vida saludable.
“Tu apetito sexual disminuye”
El apetito sexual tiene más que ver con tu estilo de vida y estabilidad emocional que con el envejecimiento. Según la ginecóloga Corina Hidalgo, podés llegar incluso hasta los 60 años con el mismo apetito sexual que tenías a los 20. Lo más probable es que la causa de una posible apatía sexual radique en las preocupaciones diarias (trabajo, pareja, familia, entre otras) que te generan estrés y ansiedad.