REALEZA
El esposo de Zara Phillips y yerno de la princesa real Ana, habló de las rabietas y muecas del pequeño príncipe en el Jubileo de Platino de la reina Isabel II
El hijo más pequeño de los duques de Cambridge, el príncipe Louis, se robo muchas de las miradas la pasada semana durante el concierto por el jubileo de su bisabuela, la reina Isabel II.
Louis, de apenas 4 años, fue captado haciendo muecas, tapándole la boca a su mamá y en pleno berrinche frente a miles de personas que veían el espectáculo en honor a la soberana.
Causando risas y ternura entre los fans de la realeza, el principito se robó el show y es precisamente de ello que Mike Tindall, esposo de Zara Phillips, hija de la princesa Ana, habló en un podcast.
Mike, de 43 años, es exjugador profesional de rugby y se sinceró en su podcast "The Good, The Bad and The Rugby", que tiene al aire con James Haskell y Alex Payne. La pareja y sus tres hijos renunciaron a sus títulos nobiliarios, siendo nietos de la Isabel II.
"Louis solo quería divertirse, mis niños siempre son traviesos, así que estaba tratando de mantener el control", dijo el hombre con tres hijos. "Sin embargo, había muchos dulces en la parte de atrás, así que hubo un verdadero subidón de azúcar".
Mike Tindall y Zara Tindall (Phillips) acudieron al Jubileo de Platino con sus dos hijas mayores: Mia, de ocho años, y Lena, de tres, mientras que el pequeño Lucas, de un año, se quedó en casa. Existen fotos que delatan al deportista tratando de ayudar a Kate Middleton para controlar al príncipe Louis y sus rabietas.
"Son todos jóvenes... es mucho tiempo. Pero como cualquier padre sabe, simplemente haces lo que hay que hacer", agregó Mike Tindall, haciendo referencia que el evento público también fue pesado para el resto de los niños.
Mike Tindall es uno de los miembros de la realeza más divertidos, quizá porque su perfil está lejos del ojo público. También se burló de la ropa de la princesa Eugenia en la misa de acción de gracias y usó el sombrero de Zara para posar en redes sociales.
Mike y Zara no tienen deberes oficiales pero son vistos con frecuencia en las actividades de la familia real.