Hogar

ana guardado

Aun teniendo claro quedescartar puede tener un efecto positivo hay ciertas cosas con valor sentimental (juguetes, ropa, libros, muebles, pertenencias de un familiar) que nos cuesta más dejar ir.

Como nos resulta difícil decidir qué hacer con ellas, lo habitual es guardarlas porque así creemos que las cuidamos.

Las posesiones y las cosas nos trasmiten sensación de seguridad, pero eso es algo totalmente subjetivo: es apego hacia ese objeto.

El miedo a perder ese objeto es perder lo que asociamos a él. Pensamos que, si nos deshacemos de esas cosas que nos traen muchos recuerdos, es como si traicionáramos ese recuerdo o lo olvidáramos. Pero la realidad es que ese sentimiento que te provoca siempre se quedará en tu corazón y no se borrará, aunque dejes ir ese objeto.

No te vas a olvidar de esa persona o de los momentos vividos porque dejes de tener ese objeto en tu casa. Hay que trabajar las emociones que nos generan esos objetos y entender que están en nuestra mente y no en el objeto en sí.

La mayoría de las cosas con alto valor sentimental las guardamos porque es la manera de no cerrar etapas, que en el fondo, no queremos cerrar. Pero la vida está llena de etapas que empiezan cuando otras se acaban.

Cuando aprendemos a dejar ir las cosas materiales, cerramos ciclos y creamos espacio en nuestras vidas para objetos y experiencias nuevas.

De poco sirve guardar algo de gran valor sentimental en una caja si ni siquiera te acordás que está ahí.

Al igual que usamos un criterio para ordenar lo que se usa con frecuencia, también podemos hacerlo con esas cosas que no se usan, porque sí es importante para nosotros quedarnos con esas cosas, tenemos que tratarlas bien y darles un lugar donde no nos olvidemos de su existencia.

Lo ideal es que no ocupen el lugar de las cosas que se usan casi a diario, pero sí un lugar accesible donde poder verlas y disfrutarlas.

Es importante mantener nuestra casa actualizada según las necesidades actuales que muchas veces no son las mismas que antes y no van a ser las mismas en el futuro.

El objetivo es tener menos cosas para tener más espacio, más energía, más tranquilidad, ¡y más cosas que no son cosas!

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Ana Guardado

Es organizadora profesional de espacios y desde hace un tiempo lleva adelante su emprendimiento Ana Gu.

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