La Nación (GDA)
Carol Alt fue una de las supermodelos estadounidenses más famosas durante las décadas de 1980 y 1990. Aunque ya está retirada, el viernes pasado sorprendió a todos cuando desfiló en South Beach en el Miami Swim Week. “¡Me siento espléndida!”, escribió en sus redes sociales.
La también actriz se dio cita en la pasarela de la pasarela de Sports Illustrated que tuvo lugar en el icónico hotel W South Beach, donde compartió con otras conocidas modelos, como Vendela Kirsebom, Samantha Hoopes, Roshumba y Elsa Benítez.
Con el porte y el estilo que la caracterizó hace cuatro décadas, la modelo de 62 años, nacida en Nueva York, refrescó sus pasos en la pasarela y, con su talento, le recordó a los presentes por qué llegó a ser una de las favoritas del público y las grandes marcas durante mucho tiempo.
Si bien debutó como modelo en 1980, cuando protagonizó la portada de la revista Harper’s Bazaar, recién dos años después saltó a la fama al ser la tapa de Sports Illustrated Swimsuit Issue. Desde aquel momento, apareció en más de 700 portadas de otras publicaciones y fue el rostro de varias campañas publicitarias de marcas de belleza, así como en otros rubros, según consignó El Nuevo Herald.
Alt apareció en las redes de la revista, que celebraron su regreso. La modelo también hizo lo mismo a través de su Instagram personal y expresó su emoción. “¡Me siento espléndida! Desfilar por la pasarela de Sports Illustrated Swim Week en Miami fue una verdadera maravilla”, escribió.
También agregó que “mientras se pavoneaba por la pasarela, no pudo evitar abrazar a su Carol Alt interior” y llenarse de la energía que la rodeaba. En un video que también posteó en sus redes, se la ve sonreír mientras desfila.
Para su aparición, la modelo optó por un traje de baño blanco de una sola pieza y compartió los aplausos con Kirsebom, que también vistió un modelo similar de blanco. Mientras caminaba, la audiencia celebró su vuelta a la pasarela, aunque no trascendió si se trató de una participación única o si planea reactivar su carrera.
La modelo también publicó en sus redes sociales que su profesión no era tan fácil como muchas veces parecía y que la disciplina era clave si se quería tener éxito en la industria. “Me cuesta comer bien. Y sí, siempre es una lucha. Me tienta el helado de vainilla, pero simplemente no lo consumo”, sostuvo.
Para la edición de este año, Miami Swim Week transformó su pasarela en una pantalla para mostrar la diversidad, donde mujeres embarazadas, de diversas edades y tallas pudieron desfilar. En una semana, más de 50 marcas de diferentes partes del mundo participaron en más de una treintena de eventos, entre ellos galas de beneficencia, fiestas privadas, almuerzos, cenas y recepciones VIP.