Carla Romero tiene 25 años y ostenta dos títulos: el de Licenciada en Administración de Empresas y el de Miss Uruguay. Instalada hace algunos días en Nueva Orleans, Estados Unidos, donde este sábado puede alcanzar la banda de Miss Universo, charló con Eme sobre el mundo de los certámenes de belleza y la importancia de ser su propia líder.
—¿Cómo son los días previos al certamen?
—Cada Miss viene con su preparación individual de pasarela, oratoria, inglés. Acá estamos juntas para los ensayos. En la instancia preliminar del miércoles 14 hicimos varias pasadas, una de ellas con traje de baño que este año incluyó una capa que nos mandó la organización y que cada una debía intervenir con el mensaje que quería dar al mundo. Elegí a la artista uruguaya Valentina Macedo (Valenart) para que me ayude con esta obra y en ella plasmamos nuestra cultura pero también a mí misma. Quería continuar con el mensaje que había dejado la última Miss Uruguay, Lola de los Santos, sobre la diversidad. Somos un país súper avanzado en leyes al respecto, nos reconocen en el exterior por esto, y me pareció importante incluir esa idea. También tenemos la bandera trans, algunas letras de Rubén Rada que hablan del país, paisajes, el escudo y la bandera de Uruguay, mates, fútbol, es bien representativa. Lo que elegí para representarme a mí misma fueron las yerberas, mis flores favoritas, y una frase que es mi filosofía de vida: “be brave, be yourself, your superpower is your attitude”. Creo que en realidad lo único que nos saca adelante siempre es la actitud que tenemos y la verdadera belleza es la actitud que le ponemos a la vida y a los problemas para superarlos.
—¿Cómo fue llegar hasta esta instancia?
—Para mí es un sueño porque desde chica me imaginé este momento. Pasé por todo lo que tenía que pasar y estoy preparada para el show. Trabajé mucho, me preparé sola y también con un equipo que armé. Mi coach y el diseñador del vestido de gala son venezolanos pero el resto del equipo son uruguayos: Mauro Gardela es el diseñador del vestido de traje típico, Valentina Macedo es la diseñadora de capa y Jorge Severo es mi preparador de pasarela. Armé un equipo con las personas correctas, con las que me sentía cómoda y vinimos a darlo todo.
—Algunos concursos de este tipo se proponen cambiar el concepto de belleza, ¿cómo se percibe el cambio de patrones desde adentro?
—Yo participe de Miss Mundo Uruguay y luego me designaron para Miss Universo y este es mi primer concurso internacional así que no te podría decir cómo era antes. Lo que sí percibo es la energía de la nueva dueña de Miss Universo, ella propone muchos cambios y de hecho habla de dejar atrás el peso de banda de los países fuertes como Venezuela, Colombia o Filipinas. Acá se va a escoger a una Miss que represente a la mujer líder, buscan una líder transformacional. Yo me identifico mucho más con eso. No creo estar acá por ser bonita sino porque soy capaz de inspirar a otras personas y ayudarlas a través de mi experiencia.
—¿Qué es lo más llamativo de la convivencia con mujeres de otras culturas?
—Es super enriquecedor. Al conversar y convivir con ellas, una nota las diferencias y le llaman la atención cosas básicas como una palabra o un acento. Lo que más puedo destacar, porque lo estoy viendo de cerca, es la actitud de Miss Ucrania. Ella vino hasta aquí a pesar de que su país está en guerra, es su forma de representar a todas las ucranianas. Viktoriia Apanasenko ha sido súper resiliente, lucha por ser la voz de muchas mujeres y es algo que admiro.
—¿Cómo enfrenta la interpelación de las redes?
—Lo que he aprendido en estos meses es a creer en mí misma, a fortalecer mi confianza. Es un proceso el entender que soy de la manera que soy y que voy seguir siendo así, no voy a mostrarme como alguien que no soy y es claro que no le voy a gustar a mucha gente, como a otros sí. He recibido comentarios que no son agradables pero los ignoro porque tengo el apoyo de muchísima gente que cree en mí y yo también lo hago que es lo principal.
La verdadera belleza es la actitud que le ponemos a la vida y a los problemas para superarlos
—¿Cómo enfrenta los estigmas e ideas que se tienen sobre el mundo de la moda y los concursos de belleza?
—Lo estoy viviendo de forma diferente porque de hecho no soy la típica Miss de 1.75 de altura. Mido 1.64 y soy Miss Uruguay entonces creo que dejé bastante de lado todo eso. Decidí confiar en mí y seguir adelante por mis sueños, porque esa es la manera.
—Es parte de un proyecto relacionado a la salud mental, ¿de qué trata?
—Hace dos años sufrí un trastorno de ansiedad que me llevó a estar en un pozo del que gracias a la ayuda de muchos profesionales pude salir. Hoy en día mi propósito es apoyar a otras personas y por eso cuando me dijeron que debía participar de un proyecto social supe que no quería rellenar las redes sociales con fotos o vídeos de lo que hago o de lo que me mandan a hacer. Intento ser genuina. Lo más sincero que puedo aportar es a través de mi experiencia y por eso mi objetivo es ayudar a otras personas que están con trastornos de ansiedad o depresión. Contarles mi verdad, darles información, ser un soporte, y eso es lo que he hecho a través de mis redes sociales por ejemplo. Aprovecho la creciente exposición en cuanto a visualizaciones para hacer vivos con profesionales, hablar sobre autoestima, responder preguntas.
—Más allá del resultado del sábado, ¿qué planes a futuro le esperan?
—No sé lo que va a pasar el sábado y decidí ir paso a paso. Estoy expectante a lo que la vida pueda prepararme. Me gustaría que esto sea una fuente de inspiración y tengo pensado un emprendimiento que potencie la belleza desde lo interior hacia lo exterior.