Con tantas opciones que el marketing nos ofrece para el cuidado del cabello, es difícil saber cuáles productos son indispensables y cuáles no. El termoprotector entra en la primera categoría y aunque no sea de los más populares, si es uno de los más importantes.
Su función es proteger al cabello de los daños causados por el calor generado por secadores, planchas y rizadores. Pero incluso, si estas herramientas no hacen parte de su rutina de peinado, igualmente debería acudir al termoprotector, pues como el bloqueador solar hace por la piel, también protege la melena de los rayos UV.
Someter la hebra capilar a tan altas temperaturas como las de las planchas o rizadoras, puede debilitar la estructura del cabello, provocando la ruptura de sus proteínas y dejándolo seco, frágil y propenso a la rotura, como explican varios peluqueros a la revista Vogue.
Es por eso que un buen termoprotector crea una barrera entre el cabello y el calor, reduciendo el posible daño.
Además, algunos termoprotectores también contienen ingredientes hidratantes que pueden ayudar a suavizar y proteger el cabello, manteniéndolo saludable y fuerte.
Las consecuencias de no utilizarlo
Sus presentaciones son diversas. Los hay en crema, aceite o aerosol. Lo más importante a la hora de aplicarlo es que sea sobre el cabello limpio y húmedo, pues es en este momento en el que puede absorber todos los nutrientes.
Las consecuencias no utilizar termoprotector pueden ser:
- Caída del cabello.
- Hebras débiles.
- Resequedad.
- Friz.
- Puntas abiertas.
- Menor duración de tintes.
El Tiempo (GDA)