El Nuevo Día (GDA)
Alrededor del uso del polvo compacto hay muchos mitos: que hace que la piel luzca avejentada, que elimina el brillo natural de tu piel y hasta que reseca el cutis. La realidad es que todo eso si puede ocurrir pero si no seleccionas el producto adecuado; si empleás el polvo que se ajusta a tus necesidades, los resultados son óptimos.
Utilizado de forma adecuada, el polvo le brinda a la piel una terminación suave, permite que la base dure por más tiempo, cubre imperfecciones y elimina un poco del brillo natural que molesta a algunas mujeres. Todo eso lo hace un cosmético imprescindible.
El maquillador Charlie Vázquez destaca que lo primero que debes tener en cuenta es tu edad y tu tipo de piel. Luego, viene la selección del tono correcto y conocer cuándo y cómo aplicarlo. ¡Tomá nota!
1. Edad. Para muchos expertos este es un factor clave, pues la realidad es que demasiado polvo puede acentuar las líneas de expresión. Para que esto no ocurra, opta por los que tienen fórmulas humectantes que ayudan a crear una textura más suave en la piel. Inclusive, muchas marcas ya tienen una categoría de productos ideales para pieles maduras.
2. Tipo de piel. Si tu piel es grasosa, busca puedes aplicar polvo suelto o traslúcido para atenuar un poco el brillo sin crear una capa que tape los poros. En caso de pieles secas, lo ideal es un polvo que contenga humectantes, similar al que deben usar las mujeres de piel madura o un polvo base.
En caso de que tengas la fortuna de que tu piel sea casi libre de imperfecciones, el polvo regular o hasta el polvo base pueden ser las opciones para emparejar el tono sin tener que utilizar una base muy pesada.
3. Selección del tono correcto. Vázquez señala que para escoger el color adecuado debes probarlo en la parte de abajo del pómulo. “Nunca en la mano porque no es el mismo color de la piel de la cara. Luego, verifica bajo luz natural si se confunde con el tono de tu piel, ése es el tono indicado para ti”, recomienda el experto en belleza.
4. Cuándo aplicarlo. El polvo suelto, ideal para fijar mejor el maquillaje, se usa luego de la base y el corrector. Mientras que el traslúcido o el compacto con color es ideal para el retoque durante el día. El polvo base es bueno si buscas una cobertura ligera sin necesidad de aplicar demasiado maquillaje.
Durante el día siempre debes hacer un retoque porque el polvo se va. Pero la esteticista Caty González recomienda eliminar el exceso de grasa con una toalla o papel suave antes de aplicar el polvo para así no obstruir los poros.
5. Cómo aplicarlo. Puedes usar una mota, una esponja o una brocha. Todo dependerá de tu gusto y habilidades. Vázquez aconseja aplicarlo con brocha en forma circular porque llega más fácil a sitios que son más difíciles como el contorno de la nariz.
Lo importante es que, no importa el instrumento que utilices, lo laves bien todas las semanas.