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Kourtney Kardashian y Travis Barker son la pareja con más exposición del momento. Desde que su relación se hizo pública, no han dejado de presumir el amor que se tienen y de hecho ya contrajeron matrimonio tres veces. 

El pasado domingo 22 de mayo se llevó a cabo su tercera boda en Portofino, Italia. Una celebración en la cual también estuvieron presentes los familiares y amigos más cercanos.

Con anterioridad, Kourtney ya le había dado el “sí” al baterista de Blink 182, la primera vez fue con una boda rock star en Las Vegas, donde ella lució una chaqueta de cuero negro y un corset amarillo; la segunda vez fue por el civil, donde la vimos lucir un vestido blanco ajustado y un pequeño velo, y, por último, la ceremonia religiosa, donde se presentó con un vestido de novia firmado, al igual que el anterior, por Dolce & Gabbana.

Desde su primer atuendo de bodas, nos dimos cuenta de que Kourtney rompería todos los estereotipos de una novia convencional, pues en su tercera boda optó por llevar un vestido muy atrevido pero con un gran significado.

La Kardashian mayor llegó deslumbrando con un mini vestido de encaje y corset de satén, el cual fue diseñado por Domenico Dolce y Stefano Gabbana, al igual que su vestido de novia anterior, piezas únicas en las que la celebridad estuvo involucrada en todo momento, pues dijo para Vogue: “Diseñar mis vestidos con Domenico y Stefano ha sido un sueño hecho realidad en todos los sentidos”.

El vestido para la ceremonia religiosa dio mucho de qué hablar al notar un detalle muy peculiar, ya que el diseño está inspirado en la lencería italiana de los años 60 y en los tatuajes de Travis Barker, pues en el amplio velo de tul bordado a mano que Kourtney llevó, destacó la representación de la Virgen María, un diseño que estuvo inspirado en un tatuaje que el baterista lleva en la cabeza con las palabras “Family Loyalty Respect”, palabras que tienen gran valor para Travis Barker, y ahora para la familia.

Para finalizar su look, la celebridad complementó con unos guantes de tul y encaje, así como con unos tacones con encaje del mismo color. Por otra parte, Travis también vistió Dolce & Gabbana con un traje cruzado, una camisa blanca y un broche de cruz de oro con cristales negros.