En octubre Matilde Itzcovich se convertirá en la primera uruguayaen correr la gran final de la Copa ROK en Italia, una categoría de karting que utiliza motores monocilíndricos de dos tiempos de 125 centímetros cúbicos. Con apenas 16 años, la joven dirá presente en la categoría Super Rock Senior.

El South Garda Karting de Lonato será el escenario entre el 16 y 19 de octubre que recibirá a más de 400 participantes provenientes de más de 35 naciones. Matilde siente que todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos, pero detrás de este hito, personal y nacional, hay mucho trabajo.

El amor por el automovilismo está en su sangre. Su papá, Mauricio Itzcovich, corrió en rally de forma intermitente hasta el año pasado y puso en pausa su propio deseo para poder acompañar a Matilde y Manuel, su hijo menor, en estas instancias y hasta reconoce que verlos correr es mucho más disfrutable que hacerlo él mismo.

Cuando Matilde tenía 13 años, apenas tres años atrás, en una reunión familiar con tíos y primos incluidos el tema del automovilismo quedó sobre la mesa y a ella le picó la curiosidad. Empezó preguntando pero sin timidez pronto planteó que ella también quería correr. Fue a un indoor y el dueño del lugar les dijo que ella estaba para más, les sugirió que la llevaran a probar kart y tras seis meses de insistencia la adolescente consiguió su objetivo. Fue a la escuelita del ex piloto internacional Raúl Bruschi y en dos clases ya se notó que ahí estaba lo suyo y en pocos años recorrió muchos kartódromos de Uruguay - su primera carrera fue en el Pinar- Argentina e Italia hasta llegar al mundial.

Para Matilde es un orgullo representar a Uruguay y es de las que se enoja cada vez que olvidan ponerle el himno antes de una carrera; también es de las que no tiene problema en ir a la torre a pelearse con los comisarios deportivos.

Foto: Cortesía Matilde Itzcovich

Para estar en condiciones para cada cita ha resignado mucho, hasta fiestas de 15 de sus mejores amigas, pero para ella el karting no es un hobby. “Si querés ser o hacer algo, luchás para conseguirlo”, sostiene.

Su mamá, Bettina, coincide en esa filosofía y entiende que hay dos maneras de hacer automovilismo, sobre todo con ellos que son tan chicos: o se hace profesionalmente o para divertirse. Si se elige la primera opción, está claro que hay que hacer sacrificios. Y su familia sabe mucho de eso, de hecho se mueven en conjunto en un motorhome para estar en cada paso de Matilde que entrena y compite no solo en Uruguay, sino también en Argentina.

Maty, como la llaman sus allegados, no va al colegio todos los días de forma presencial, sino que sigue su curso de cuarto año a través de una plataforma porque los entrenamientos le llevan demasiadas horas. Dedica la mayor parte de su tiempo al deporte, pero de todas maneras es muy aplicada, estudia idiomas (entre ellos japonés) y guitarra. En esta última faceta es donde se la nota menos adulta y más como la adolescente que es.

Itzcovich hoy se dedica casi en exclusividad al karting para lograr -en un futuro no muy lejano- ser piloto de automovilismo. En estos dos años de dedicación logró podios en categorías como Rotax Uruguay y reconocimientos como el de “proyección internacional femenina” por parte de la Federación Uruguaya de Karting.

Foto: Cortesía Matilde Itzcovich

En este camino de esfuerzo la acompañan varios profesionales. Su coach deportivo es Matías Milla, expiloto Red Bull en Europa, multicampeón de karting a nivel argentino e internacional y piloto de automovilismo de las categorías de élite como el Super TC2000 argentino. El entrenamiento físico lo realiza con Carlos Mellado, entrenador de grandes figuras internacionales como el propio Milla o Manuel Urcera, entre otros. El cansancio es una constante para ella. Su día a día incluye siete horas en promedio en pista, y otras dos, mínimo, de preparación física.

La mente también juega un rol clave y por ello trabaja con la psicóloga deportiva Viviana Sabga que la prepara para cada carrera. “Ella me concentra y me enfoca en solo una cosa, en lo que voy a hacer”, explica.

El domingo Maty viajará por segunda vez a Italia como parte de sus entrenamientos de cara al mundial. Con visitas a Europa busca realizar pruebas en diferentes circuitos para conocer el material que se utiliza allá, que tiene una notable diferencia con lo que se ve en estas latitudes.