Entrevista
La medallista olímpica argentina marcó un nuevo hito en su vida, ahora en su carrera fuera de las canchas, al convertirse en la primera relatora de fútbol para ESPN.
María Mercedes Margalot (45), Mechi o Mer para sus amigos, ganó tres medallas olímpicas como jugadora de la selección argentina de Hockey, fue campeona del mundo con el mismo combinado y desde hace seis años trabaja en la cadena de deportes internacional ESPN.
El domingo 21 de marzo, Margalot, marcó un nuevo tanto histórico en su carrera: relató la victoria de Ajax contra Den Haag de la liga holandesa y se convirtió en la primera mujer en relatar fútbol para la cadena en América Latina.
Sobre su debut en el relato futbolístico y las barreras que derribó, la deportista, conductora y relatora conversó con Eme.
—¿Por qué decidiste dar el salto al relato?
—Después de ser jugadora empecé a trabajar en ESPN, hice radio y relaté hockey. Una cosa llevó a la otra: al tener experiencia en la narración el paso al fútbol fue más sencillo. Surgió la propuesta, a ESPN le pareció bien y creo que también lo estaban buscando. Mi preparación fue paulatina y durante los últimos dos años, desde que tuve el ofrecimiento hasta que lo llevamos a la realidad, fue bastante rápido.
—¿Fue difícil pasar de ser referente en un deporte a dedicarte a otro?
—Hago Sportscenter hace seis años; todos los días hablo o presento fútbol. Después, la narración propiamente dicha, es como cualquier relator, cuando no había de hockey era de otros deportes. Por otro lado, el mote de jugadora de hockey no creo que me lo saque nunca, porque no puedo renegar de lo que soy y creo que me encuentro donde estoy por mi pasado en la selección.
—¿Cómo creés que impacta esta conquista en el mundo de los deportes?
—No lo tomo como una conquista personal porque nunca fui así. De la misma manera que las personas me hacen hincapié con que con Las Leonas pasamos a la historia con tantos podios consecutivos, nunca lo veo de esa manera. No me quedo con que si fui la primera o no. De todos modos hay algo real que cuando vamos a los números o lo tangible, fui la primera en ESPN fue la primera en hacerlo. Por otro lado, me han hecho ver que esto es una puerta que se abre para demostrar que una mujer puede relatar fútbol. De todas formas va un partido, el piso tiene que subir y el techo tiene que ser infinito. No quiero pensar que es una puerta que abrí yo, sino que es algo para muchas. Me crié y me formé trabajando en equipo y considero que será un ejemplo para otras cadenas televisivas o radiales.
—¿Te preparaste de alguna manera especial para el debut?
—No creo en las cábalas, tenía un entrenador que aseguraba que eran para los débiles. Mi preparación es la misma que para todo, siempre fui prolija y obsesiva. Creo que estuve tres semanas preparando al Ajax. Está bien, es mi primer partido, ya para el siguiente tendré menos tiempo y así iré aceitando. Me daré cuenta que no tengo por qué saber el ADN de cada jugador, porque no te da la vida.
—¿Qué pasos debemos dar para que cuando venga otra mujer no sea noticia?
—Creo que indefectiblemente quien venga después será noticia, porque es parte de lo que vivimos. La mujer durante miles de años estuvo relegada en todas las tareas respecto al hombre, empezó a trabajar después, a votar ni te cuento y, por ejemplo, a participar en deportes olímpicos mucho más tarde. Siempre corrió de atrás, entonces cualquier actividad en la que vaya equiparando al hombre por un tiempo será noticia. Cada marzo declaro que basta con el mes de la mujer, que si me interesa la visibilidad, pero considero que todo será armonioso y parejo cuando dejemos de hacer hincapié en el género. Cuando no sea noticia y digan, por ejemplo, relata Mechi Margalot y comenta Vito de Palma y las redes no se revolucionen. Creo que hay personas que les gusta dar visibilidad, a mi me gusta que sea natural. No obstante, entiendo que esa visibilidad da pie a que se naturalice.
—¿Por qué considerás que llegaste al relato en este momento?
—En el mundo, sin hablar de deporte, se van derribando barreras. Parece increíble que la primera vez que las mujeres pudieron correr una maratón en un juego olímpico fue en 1984. A nivel mandatarias políticas, cada vez son más, lo mismo sucede con las directoras de empresas. Me parece que es algo que se fue dando de forma paulatina, hoy en ESPN ponés una pantalla y en todos los noticieros hay hombres y mujeres y tiene que ver muchas veces con las grillas. Además, en los shows de la nueva programación en cada panel hay mujeres. De todos modos, en las mesas futboleras siguen siendo todos hombres o cinco hombres y una mujer. Me parece que el camino es el que adopta el mundo hace mucho tiempo. Hace cuatro décadas imaginar tantas mujeres como mandatarias o vicepresidentas era impensable. No creo que haya pasado algo en concreto, pienso que pasó la vida y está pasando. El mundo está cambiando, aunque lamentablemente siguen existiendo países donde las mujeres son objetos limitados a procrear y limpiar la casa.
—¿Cómo fueron esos primeros 90 minutos de relato?
—Los primeros 45’ fueron cuatro goles y a los 5’ del segundo tiempo el quinto. Llegué a mi casa de noche y no me acordaba si había ganado 5 a 0 o 6 a 0. Fue un relato de 0 a 100, no tanto en el segundo tiempo que fue más chato, pero si en los goles. Yo quería llegar a mi casa contenta y con el grado de exigencia que tengo, que no es sano, era mi objetivo. Sentía que si llegaba a casa contenta, el piso era bueno. Por supuesto tuve miles de errores y cosas para pulir.
Una leona en todas las canchas
Sobre sus aspiraciones como relatora, Mechi Margalot dice tener cabeza de “alto rendmiento" y sostiene: “Considero que es imposible llegar a la semifinal si no pasaste cuartos, no ganaste en octavos y así sucesivamente. Me preparé para relatar el Ajax y ahora es casi un hecho que haré un partido de las eliminatorias. El siguiente que me den para relatar será consecuencia del que hice y será porque me lo merezco”.
—¿Qué consejo le darías a una mujer que quiere seguir tus pasos?
—Mi consejo es que lo que hagan sea al 100%. Disfrutar y preparar al máximo cada cosa que hagan. Si me preguntás un consejo para una relatora, yo el domingo llegué a mi casa pensando en mis errores y cómo prepararme para el próximo. Dar el 100% es la única forma de crecer, pero si no disfrutas el camino no sirve de nada. Que nadie te diga que no podés, en nada.