Salud

Cada año, el cáncer de mama se diagnostica en 2000 mujeres uruguayas. Tristemente, según datos oficiales, cada año también fallecen 700 mujeres. El promedio es de dos mujeres por día.

Los tratamientos médicos y quirúrgicos son pilares fundamentales para el abordaje del cáncer de mama. Es una patología que se sufre, física y emocionalmente. Si bien no es la única, la reconstrucción mamaria es una gran ayuda para la recuperación emocional, y para mejorar la calidad de vida. Esto que parece casi obvio, no lo era algún tiempo atrás.

Toda mujer diagnosticada con esta enfermedad, tiene derecho a ser informada sobre las opciones reconstructivas disponibles para su caso. En Uruguay, los prestadores de salud están obligados a cubrir este tratamiento. Dependiendo de las características de cada paciente existen varias alternativas: se deben tener en cuenta causas médicas como qué tipo de cirugía oncológica necesita, si necesitará radioterapia luego de ella, sus enfermedades previas, sus hábitos, etc, pero también sus preferencias.

En este punto es preciso señalar que las pacientes generalmente llegan cansadas a esta etapa. Están pensando en darle batalla al cáncer, en sacarse eso del cuerpo para combatir la enfermedad y no en decidir si hacen la reconstrucción en ese momento o más adelante. El medico da las opciones pero la que decide es la paciente y tiene mucha influencia cómo ella llega a la cirugía.

Una mama se puede reconstruir en el mismo acto de la mastectomía (extirpación) o tiempo después en otra cirugía. Se puede hacer con un implante mamario sintético o con tejidos propios, o una combinación de ambas técnicas.

Los colgajos son tejidos que se trasponen de una zona del cuerpo para reconstruir otra. Es algo así como un autotrasplante. Los cirujanos plásticos somos especialistas en tratamientos con colgajos. Para reconstruir una mama, pueden usarse colgajos del abdomen, de la espalda, o incluso de la región glútea de la paciente. La cirugía puede ser convencional o microquirúrgica (una cirugía muy especializada).

Si se utilizan implantes mamarios (prótesis) estos son de gel de silicona.

En muchos casos también se puede apelar a un expansor tisular que expande los tejidos donde para hacer el implante más adelante. El expansor es un dispositivo que se rellena periódica y progresivamente con solución salina para estirar la piel y músculos, generando un espacio más adecuado para la colocación del implante una vez terminado todo el tratamiento.

Todas las cirugías reconstructivas de la mama están incluidas dentro del PIAS. Esto significa todos los prestadores de salud uruguayos deben cubrir este tratamiento. En cuanto al acceso de los implantes mamarios, actualmente su cobertura corresponde a quienes aporten a BPS, ya que es una prestación de esa entidad. De acuerdo al último anuncio del MSP, a partir del 2022, aquellas pacientes que no aporten a BPS también tendrán derecho al acceso a implantes para reconstrucción mamaria.

La última etapa de la reconstrucción mamaria es la del complejo aréola-pezón. Suele hacerse en un momento posterior al implante porque ya sea sintético o no, los tejidos deben cicatrizar y hacerlo después permite alcanzar la simetría con el pezón de la otra mama. Esta última etapa también se puede hacer con tejidos propios o con opciones no quirúrgicas como la dermopigmentación y tatuajes, con muy buenos resultados.

No importa si es en una etapa, en dos o tres, si la reconstrucción es completa o parcial, o si querés optar por no reconstruirte. Lo que importa es que sepas que podés elegir. Que amigarte con tu cuerpo luego de una situación tan estresante y un tratamiento tan agresivo nunca es un asunto menor. Que tenemos que hablar más sobre reconstrucción mamaria. Y tenemos que cuidar integralmente tu salud física y emocional.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA

Lucía Torroba Werner

Especialista en Cirugía Pla?stica, Reparadora y Estética
Magíster en dirección de empresas de Salud
Migrante y mamá

Podés encontrar estos y otros consejos en su cuenta de Instagram.