Mujeres
Si algo ha marcado la Tercera Ola de café es la participación creciente de las mujeres en este mundo históricamente dominado por hombres.
En Etiopía, tierra madre del café, se realiza un ancestral ritual para compartir la bebida. La mujer del hogar toma granos de la cosecha familiar y los tuesta ante la atenta mirada de los invitados, luego los muele y sirve el café. Todos brindan por prosperidad y agradecimiento a la tierra, al fruto recibido y a la anfitriona.
Sin embargo las mujeres tardaron muchos años en introducirse en el negocio del café salvo para ser explotadas en tareas de poca importancia o mal remuneradas. Si algo ha marcado la Tercera Ola de café es nuestra participación creciente en este mundo históricamente dominado por hombres.
Baristas, tostadoras, empresarias cafeteras ya no somos una rara avis, sino fuerza motora de toda la cadena productiva. Pero todavía estamos lejos. Las mujeres en el mundo del café perciben estadísticamente menos ingresos por igual trabajo, son dueñas de menos tierras y tienen menos oportunidades de capacitación y liderazgo.
Según datos de la Asociación de Cafés Especiales (SCA Specialty Coffee Association) el 25% de las fincas cafeteras globales están dirigidas por mujeres, sin embargo el 70% de la mano de obra en el cultivo del café son mujeres. La búsqueda es por igualdad de oportunidades de trabajo directivo, obtener tierras de calidad para la producción, acceso a educación de calidad, acceso a mercados y a financiación.
Todo esto es imprescindible para poder afrontar la creciente demanda de la bebida, se calcula que para 2030 ésta será de 30 a 40 millones más de sacos de 60kg, algo así como 200 mil millones de tazas de café cada año. La igualdad de oportunidades para la mujer no es solo un derecho, es también un beneficio económico global.
Hechos:
En junio de 2018, la polaca Agnieska Rojewska alzó la copa en World Barista Championship, la primera mujer en el podio de esta competencia que se realiza desde el año 2000 y es la primera mujer en ganar en el London Coffee Masters.
Londres, dónde en el Siglo XVII las mujeres tenían prohibido el ingreso a las cafeterías. En 1674 se dio lo que podemos conocer como una de las primeras acciones de reclamos feministas: iniciaron protestas con panfletos en donde indicaban que el café volvía impotentes a los hombres.
A comienzos del Siglo XX las mujeres en las fábricas cafeteras en EEUU ganaban 23 centavos de dólar la hora y los hombres 50 centavos por la misma tarea.
En 1913 la agencia JW Thompson realiza una exitosa campaña publicitaria de la marca de café Yuban en la cual figuraba como responsable Stanley Resor, sin embargo la verdadera autora de toda la campaña fue Helen Lansdowne. En 1917 los dos implicados se casaron y según dicen muchos, para evitar la partida de Helen a otra agencia. Helen se transformó en toda una visionaria en el mundo publicitario contratando a muchas mujeres redactoras creativas.
Alice Mac Dougall fue una verdadera pionera en el mundo cafetero. Fue la primera mujer tostadora de café, en 1907 comenzó a comercializar sus granos y los enviaba bajo la firma de sus iniciales “no consideré oportuno revelar que era mujer firmando con mi nombre completo” dijo en su biografía. Su producto rápidamente se destacó y expandió por todo Estados Unidos. En 1912 ya establecida la calidad de sus granos, envalentonada por la gran ola de emoción femenina e inspirada por el movimiento de liberación de la mujer, decide usar su nombre completo.
Aunque nunca se reconoció feminista, sus acciones y su influencia fueron determinantes para la participación de las mujeres en este importantísimo eslabón de la cadena productiva de café. Su autobiografía de 1928 (The autobiography of a business woman) se la dedicó a las mujeres “a quienes amo y querría ayudar”.
Buena vida y buen café.
Fundó la primera cafetería de especialidad del Uruguay. Desde junio de 2012 comparte su pasión cafetera. Importa y tuesta sus propios granos.
Barista, emprendedora, fundadora de Ganache Café de Especialidad