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"Somos y formamos parte del movimiento feminista histórico y, una vez más, estamos en la calle para reclamar en voz alta nuestras demandas", declaran.
La organización Mujer y Salud en Uruguay (Mysu) realizó, de cara a este Día Internacional de la mujer, una declaración y posicionamiento:
"Este 8 de marzo estamos, una vez más, denunciando las múltiples desigualdades que atravesamos a diario las mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries en el mundo del trabajo, la educación, la calle, la casa y las relaciones interpersonales. Somos y formamos parte del movimiento
feminista histórico y, una vez más, estamos en la calle para reclamar en voz alta nuestras demandas.
En un contexto especialmente incierto y hostil por los estragos de la pandemia por COVID 19, por la agudización de la pobreza y por la profundización de las desigualdades preexistentes, decimos a viva voz que:
- Las mujeres somos la primera fila en los cuidados de niñas, niños, adolescentes, ancianos/as y personas en situación de discapacidad; la cifra habla por sí sola: de cada 11 mujeres realizando estas tareas en Uruguay, hay un varón ocupándose de los cuidados.
- Las mujeres somos las que nos hacemos cargo de la organización barrial y de las ollas populares que se han vuelto la única respuesta para la situación de miles de familias que no tienen sus necesidades básicas atendidas. Solo en Montevideo el número de personas comiendo en ollas populares ha fluctuado entre 60.000 y 100.000 .
- Las mujeres somos las que quedamos expuestas a situaciones de violencia intrafamiliar cuando la medida #QuedateEnCasa se determina sin consideración alguna a la violencia de género que ha sido decretada como la otra emergencia social. Durante 2020, cada 9 días se mató o se intentó matar a una mujer por razones asociadas al género , hubo una denuncia por violencia doméstica cada 13 minutos y 2 de cada 3 femicidios ocurrieron en los hogares.
- En Salud Sexual y Reproductiva, advertimos a todos los poderes del Estado que los vacíos e irregularidades en el acceso tendrían consecuencias irreparables. Hoy lamentamos la primera muerte por aborto en los servicios legales y es de una adolescente de 14 años de Treinta y Tres. Otras muchas padecen la falta de atención requerida.
- El abuso, desaparición, muertes y explotación sexual de niños, niñas, adolescentes, mujeres y disidencias registran cifras escalofriantes , particularmente en determinados lugares del país, pero los responsables de velar por los derechos, no se hacen cargo.
- Somos la mayoría del sector educativo, del de salud y del de servicios en el sector turismo, no solo los más afectados en las políticas de recorte del nuevo gobierno sino que los menos considerados por el presupuesto quinquenal. Dos tercios del recorte presupuestal corresponden a incisos del gasto público social.
- Somos la mayoría de trabajadores en la informalidad y las peor pagas por desempeñar las mismas tareas que los varones.
- No logramos acceder ni al 30% de las bancas del Parlamento porque los líderes de los partidos siguen priorizando entre sus congéneres para organizar las listas y hacer las designaciones de los cargos. En el Poder Ejecutivo el 78% de los cargos de responsabilidad son ocupados por varones , blancos y de los sectores más privilegiados.
Este 8 de marzo llegaremos a la opinión pública con miles de formas de expresar nuestros justos reclamos por una sociedad igualitaria, solidaria y no violenta, por la que no desistiremos de luchar.
Una vez más, exigimos: Que el Estado, desde todas sus instituciones, atienda las enormes brechas de desigualdad de género priorizando en políticas, recursos y servicios que aseguren trabajo y salario dignos, acceso a la vivienda, educación pública, salud integral, sistema de cuidados, seguridad alimentaria y respuestas efectivas para mujeres y disidencias, especialmente afectadas por la crisis y la violencia de género estructural.